viernes, 28 de septiembre de 2007

El ingenio


Nuestra época desconfía de la inteligencia y se rinde ante el ingenio.

La inteligencia busca la verdad. La desea por encima de cualquier otra cosa y sólo descansa cuando la encuentra. No es engreída, no le preocupa ser elocuente; no quiere engalanarse con la verdad ni tampoco poseerla. Al contrario, se deja poseer por ella. La inteligencia aspira a la sabiduría, que es un regalo de Dios; por eso es humilde.

Nuestra época supone que no somos dignos de la verdad; que es demasiado grande para el talento humano. Por eso ha sustituido a los sabios por expertos, y ha reemplazado la inteligencia por el ingenio.

El ingenio es útil para hacer esgrima mental, para amenizar tertulias, para deslumbrar al prójimo o para seducirlo. Es chispeante y provocador. Enciende sonrisas, quita hierro, lima aristas. El ingenio, muchas veces, se deja cautivar por su propia agudeza, y se vende a la mentira por una frase brillante o una metáfora original.

No es difícil ser ingenioso. Yo mismo lo soy en ocasiones. Y me temo que alguna vez he buscado el aplauso olvidándome de la verdad. Cuando me dicen que soy ingenioso me siento especialmente estúpido.

Esta mañana he leído una frase ingeniosa. Atención, lectores, preparaos para sonreír. Dice así: “Dios no existe y él lo sabe perfectamente”.

Su autor falleció hace meses. Ahora ya conoce la verdad.

El ingenio es el aleteo tembloroso del pájaro que quiere volar y a veces incluso lo consigue. La inteligencia es el vuelo sereno del halcón peregrino, que se eleva sin esfuerzo porque caza en lo alto del cielo mientras mira al sol cara a cara.


8 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Para ser ingenioso hay que mentir un poco, creo recordar que se dice, más o menos, en El Principito. Está muy bien, como su entrada.

Hadasita dijo...

Genial. ¡Un 10!

Jesús Sanz Rioja dijo...

Bueno, pero la inteligencia, si con ingenio, miel sobre hojuelas.

Anónimo dijo...

La astucia necesaria para hacer una mentira verosimil, tambien requiere talento o al menos gastar alguna neurona, de esto saben bastante algunos de nuestros politiquillos.

Anónimo dijo...

Me permito discrepar.
Entre las muy variadas cosas que he hecho en la vida, una fue matricularme en el primer curso de Ingeniería Agrónoma. Allí un profesor nos dijo que los problemas físicos tenían una solución única, y que el camino más rápido para llegar a ella se encontraba con ingenio, y por eso nos llamábamos ingenieros.
Voy a transcribir las definiciones más positivas que da la RAE acerca del ingenio:
1 Facultad del hombre para discurrir o inventar con prontitud y facilidad.
2.Intuición, entendimiento, facultades poéticas y creadoras.
3. Industria, maña y artificio de alguien para conseguir lo que desea. (si lo que desea es algo bueno, el ingenio es bueno).
4. Chispa, talento para ver y mostrar rápidamente el aspecto gracioso de las cosas.

No siempre el ingenio es servidor de la mentira, depende del sujeto que lo utilice y la intención. Y creo que le da chispa a la vida, más o menos como la coca-cola.

... además, los genios tienen ingenio, así que ¡viva el ingenio!

Anónimo dijo...

Creo que Isabel Rincón tiene razón. Fundamental la inteligencia, pero con ingenio, es ideal.

Enrique Monasterio dijo...

Conste que no estoy en contra del ingenio. ¿Como podría yo insultar al "Fenix de los ingenios" o al Ingenioso hidalgo, don Quijote de la Mancha!
Lo que me preocupa es la renuncia a buscar las grandes verdades, el descrédito de la inteligencia, la huida de los sabios.
Por lo demás, todos dicen que yo soy la mar de ingenioso.

Anónimo dijo...

Sí, en eso estoy de acuerdo. Se puede utilizar el ingenio para renunciar a buscar la verdad. Se puede ser muy cínico y muy ingenioso, y resultar atractivo aunque tonto.