miércoles, 5 de marzo de 2008

La risa de Carmencita





Carmen se ríe como una loca cada vez que la cojo en brazos. Al principio me hizo gracia e incluso me las di de experto delante de sus progenitores:

¿Veis como no llora? Para que luego digáis que no sé hacerlo.

Cuando está en la cuna es la mar de pacífica y si la tiene su madre, incluso sonríe un poco; pero conmigo, las carcajadas son impresionantes.

Vamos a ver, Carmencita, ¿se puede saber qué es lo que te hace tanta gracia?

Como empiezo a sospechar que se ríe de mí o de los curas en general, pregunto a sus padres

¿Seguro que la habéis bautizado?

Que sí...

Pues algo tiene contra mí.

Es sólo que ha comido y está contenta.

No es cierto. Tiene razón mi amigo Rafa, cuando asegura en su blog que la risa de un bebé "es una de las pruebas más irrefutables de la existencia del alma, una especie de respuesta silenciosa de amor agradecido, un paso furtivo de la gracia, un leve dardo de ironía sonriente lanzado sobre el materialismo…"

Él lo explica con más detalle. Lo he leído esta mañana y me ha llenado de inquietud. Me confirma en la idea de que Carmencita se ríe de mí con mala idea.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

D. Enrique: Se parece a usted. Yo pienso que es sobrina suya. Y se ríe tanto con usted porque a los niños les encantan las personas con sentido del humor.

Benita Pérez-Pardo dijo...

Le ha robado al foto a Rafa?. Ocupa lo mismo que ésta!.
Un saludo

Anónimo dijo...

A lo mejor se ríe por anticipado. Para que cuando empiece a leer su blog no muera de risa en el intento

Anónimo dijo...

Cómo molan los bebés. El martes estuve visitando a una amiga que acaba de tener un niñito precioso. Todos lo son. Y parecen de plastilina de recien nacidos. Este, aunque aún no está bautizado, poco le queda, así que el de deseo ya lo tiene garantizado. Aunque aún tengan el pecado original, yo pienso que de pequeñitos los bebes son lo más parecido a la naturaleza humana antes de la caída.