sábado, 5 de abril de 2008

Astenia primaveral



Me encuentro a Kloster derrumbado en el fondo de un sillón azul.

—¿Estás bien? —le pregunto—.

—Esa es la tontería que dice siempre la chica en las películas americanas cuando su novio ha caído de un helicóptero en medio de la autopista y le atropella un coche: “¿estás bien, cariño?”, interpela la muy cretina. Hay que ser boba para preguntar eso a un tipo lleno de fracturas.

—Ya veo que estás bien…

—No, no lo estoy. Tengo astenia primaveral.

—¡Anda ya!

—Estoy malito. La vida no tiene sentido.

Kloster, en efecto, tiene muy mal aspecto. No es que me alarmen las bobadas que dice. Ya estoy acostumbrado; pero está vez anda alicaído, con ojeras cuaresmales y voz de ultratumba. Además —y este es el peor signo— apenas ha dicho impertinencias en toda la mañana.

Le pregunto por los síntomas, y se explaya a gusto:

—Cansancio a todas horas, ganas de dormir durante el día, falta de sueño por la noche, dolor inconcreto en cualquier punto del organismo, desinterés general, atrofia de la imaginación y de la fantasía, tentaciones terroristas, alergia a la estupidez propia y ajena, pereza, soberbia, envidia, avaricia, ira…

—No sigas, que eso es la lista de los pecados capitales.

—La astenia, amigo mío, reaviva los pecados capitales, los provinciales y los locales. Lo mejor será que me exilie a un lugar donde no exista la primavera.

—Eso es imposible, querido Kloster; desde que escribimos en el blog te necesito a mi lado. Si te vas, tendría que cerrar el quiosco.

—No me necesitas. Soy un ente virtual, una quimera, un colega imaginario. Convéncete. Puedes prescindir de mí y no te ocurrirá nada: estás ligado a una ficción literaria…

—Si eres una ficción, ¿cómo puedes caer enfermo?

—Precisamente por eso. Soy tu “retrato de Dorian Gray”. Espero que conozcas la historia. Yo soy la pintura que se deteriora día a día, sufriendo los males que tú deberías tener. Ahora estoy hundido, y tú andas tan ricamente predicando, charlando con tus chicos de bachillerato y aparentando una salud y una edad que no tienes. Eres un payaso, amigo mío; pero esto se ha acabado: te dejo.

Kloster se desvanece. Son las diez de la noche y yo tendría que escribir algo, pero me ha entrado una vaga melancolía, una tristeza inconcreta, y ya no tengo ni una sola idea en la cabeza.


13 comentarios:

Anónimo dijo...

lo de "tristeza inconcreta" me ha hecho sonreir, claro que yo soy mujer, y se muy bien de qué me río.
Gracias por estas historias.Salu2 a todos.Luisa
http://luisa-ideascotidianas.blogspot.com/

Adaldrida dijo...

es buenísimo lo de los pecados capitales... ¿puedo copiárselo por la cara

Juanan dijo...

A mí lo que me ha hecho gracia ha sido lo de las tentaciones terroristas. Pero ciertamente, Kloster es un "retrato de Dorian Gray" bastante distinto al de Wilde, usted lo tiene puesto aún en el salón, no lo ha querido esconder en el trastero. Para las visitas ocasionales, es sólo un viejo cínico. Pero los asiduos ya sabemos quién es Kloster y hasta nos alegramos de que exista.

Me ha encantado la entrada.

Kike dijo...

Uhhh... cuídeseme de la acedia, querido padre tocayo. Dendeveras, vaya, el peor de los males (en algunas listas lo citaban, precisamente, como uno de los seis, siete u ocho pecados capitales). "El demonio del mediodía"... Un amigo mío piensa que es el problema del mundo actual, y creo que no le falta razón.

Sobre lo primero, no se olvide que luego de que la chica pregunta: "¿Estás bien?", termina por afirmar: "No te preocupes, todo saldrá bien. Te lo prometo". ¡Esas son respuestas ancladas en la realidad, eh!

Salud.

Hadasita dijo...

Parece que mi "sexto sentido" (ese que me da a mí que tenemos todas las mujeres), no me fallaba...

A Kloster se le pasará su astemia, no se preocupe: ahora la primavera dura 4 días. No sé si ha visto "Ratatouille": si no, véala, es estupenda. "Cousteau" es como su Kloster, o mi peque Hadasita. Son buena gente, porque nos hacen pensar, nos ponen las pilas, nos meten caña, y acaban sacando lo mejor de nosotros mismos.

Me ha gustado la entrada. Me he reído con lo de la chica de la peli (siempre me río cuando el doctor Jones salta del avión en marcha en una balsa de piscina, y se desliza por la nieve montaña abajo hasta llegar a un río: he imaginado lo divertido que debe ser doblar a la chica... se pasa toda la película diciendo "¡¡¡aaaahhhhhhhhh!!!" o "¡¡¡Indiiiiiiiiii!!!").

También me ha hecho gracia lo de las tentaciones terroristas, como a Juanan. A mí me ha pasado, pero en pleno invierno: estar dando clase, y de repente imaginar que se abre la ventana del fondo del aula, colocaba una silla debajo, y las chavalas iban subiéndose a la silla y saltando por la ventana, una a una, por orden de lista...

Esas cosas pasan. Usted no se preocupe. Yo le recomendaría que tome algo más de fruta, por lo de las vitaminas, y que descanse en la oración. No suele fallar.

Anónimo dijo...

Kloster: pues si lo del cambio climático es verdad, prepárate, majo. Por si lo de la primevera es permanente...

Antonia Macaya Fonts dijo...

Gracias D. Enrique por este diálogo que ha colgado en su blog. Yo hago mis pinitos en el mío y aunque soy escritora principiante o novata, como quiera llamarse a lo que hago, me gusta mucho visitar el suyo. Hace poco que conozco su "blog" y muy humildemente me atrevo a decir la mía. Me suena mucho eso de "una vaga melancolía" y eso otro de "una tristeza inconcreta"...¿Por qué será? Mejor que me calle y piense en ello. Gracias de todos modos y hasta la próxima.

Enrique Monasterio dijo...

Ya veo que estáis tod@s muy preocupad@s por mi estado de ánimo. No vale la pena. Es Kloster quien se deprime, yo sigo como un clavel.
Pascalle, espero que saludes al Catedrático emérito que bien conoces. Hadasita, tomaré fruta aunque no sirva para nada. Rocío: fusila lo que quieras, Kike, sobre la acedia hay mucha literatura; demasiada. Los que la incluían entre los pecados capitales suoprimían la pereza y se iban a echar la siesta.
Por cierto, ¿no es apasionante el mano a mano que hay entre la siesta y la tortilla de patatas?

Anónimo dijo...

Me uno a hadasita con lo de la fruta. Y una cosa que no falla pero sospecho que no tiene tiempo: caminar una horita y , si puede ser, cuando luce el sol (mientras, puede ir pasando el rosario y el efecto se triplica). Si va bien para la depresión con mayúsculas, calcule usted cómo irá para la astenia. También va bien el chocolate negro, el que lleva sólo cacao; recapta serotonina.

¿Qué ese apuesta a que ganará la siesta?

c3po dijo...

Si ya lo decía yo, la siesta es una de las grandes aportaciones hispánicas al progreso de la humanidad. De hecho, Pizarro hizo lo que hizo gracias a la siesta. Y si la descolonización británica ha sido tan patética, se debió a que los britis no dormían la susodicha. Y, claro, así les fue.

También es muy eficaz contra la astenia primaveral.

Personalmente, he peregrinado de médico en médico hasta encontrar uno que me la ha recetado muy seriamente. No pienso cambiarlo!

Kike dijo...

¡Oh, la tortilla de papas es buenísima! Creo que es la "tortilla española", ¿verdad? En mi lista de castellano (Internet), dejamos durante una semana el diálogo sobre los puntos y comas y el uso de mayúsculas para hablar de esta delicia de la cocina vuestra. Felicitaciones.

Y sí, sobre la acedia hay mucho. Es mejor luchar contra ella. Salud.

Hadasita dijo...

Me he levantado de la siesta, me he tomado mi pieza de fruta, y ahora que entro aquí me da la risa. Jajaja. Con perdón. Me encanta.

Hace unos años pasé una temporadita en Polonia, en una casa de una cutez inenarrable, donde durante el curso se hospedaban estudiantes. Uno de los chavales que había por allí era español. Quiso ofrecer una cena de la tierra para los polacos, aprovechando que estábamos nosotros por allí. A falta de sartén y de aceite, hizo una "tortilla de patatas" en una olla y con mantequilla. Jamás la olvidaré (¡qué ejemplo de buena voluntad!). Y para qué contaros el exitazo que tuvo en aquellas tierras... Aunque confieso que yo he votado por la siesta.

Sunsi: lo del chocolate funciona mejor en las mujeres, no sé por qué. Aunque me temo que, por desgracia, si lo de Kloster es astenia de verdad (cosa que dudo: creo que es símplemente una llamada de atención reclamando mimitos), se tirará antes al choco que al sol, que es mil veces más eficaz.

Benita Pérez-Pardo dijo...

Ay! qué me muero de la risa!!.
Nada, nada, Supradine, que son unas vitaminas muy buenas, un cañita con rabas del cantábrico y reponerse!
Las astenia primeveral es espantosa pero por estos lares del Norte ni primavera, ni astenia, ni nada... al menos de momento.

Por cierto, la astenia primeveral ha debido afectar a mi blog que anda sin post ni nada y tal y tal así que posteo éste.