jueves, 17 de abril de 2008

Buenos pensamientos

—Es que…, he tenido malos pensamientos.

El sacerdote le miró a los ojos con un gesto de complicidad.

—¿Y buenos…? ¿Has tenido buenos pensamientos?

—No sé… Normales. ¿Qué son buenos pensamientos?

—¿Has pensado con cariño en tus amigos y amigas? ¿Has imaginado que haces algo por ellos para que estén más alegres? ¿Te gusta que saquen buenas notas en los exámenes…? ¿Has soñado con que ya eres mayor, y tienes una familia, trabajas para que vivan mejor y te sacrificas con alegría?

—Bueno…, alguna vez, sí; pero contar eso me da más vergüenza todavía…

—No me extraña, hijo mío. Tener buenos pensamientos parece una debilidad; pero es la asignatura más importante de todas, aunque casi nadie se anime a explicarla.


8 comentarios:

Juan-Luis dijo...

Esto me recuerda una cosa: al RAE reconoce la maledicencia como vicio, pero no existe la virtud correspondiente, la benedicencia. ¡¡Y cuánta falta nos hace!!

Luis y Mª Jesús dijo...

leyendo la entrada me vinieron varios buenos pensamientos

Anónimo dijo...

Ojalá todo el mundo no solo tuviera esos buenos pensamientos, sino que los llevara a la práctica. Qué importante es hacer más agradable la vida a los demás! Pero a TODOS, no sólo a los que nos gustan y a veces qué torpes somos.

Anónimo dijo...

Le he añadido en mi blog. Gracias por todos esos buenos pensamientos que vuelca en la red cada día. El título lo he plagiado un poco pero me imagino que no le importará.
http://pensarenverdad.blogspot.com/

Nuevepornueve dijo...

D. Enrique! En términos "coloquiales" ¡es Ud. un poco "brujo"! JUSTO hoy me viene "al pelo" esto de los buenos pensamientos. Estoy metida en un "tsunami de mal rollo" laboral y esto me ha ayudado mucho a recolocarme y reconocer que no andaba "sobrada" de buenos pensamientos. Para muestra, un botón: Ayer solo quería sustituír el extintor de la oficina por un bonito lanzallamas que me parecía muchísimo más práctico ...! Y cuento esto en publico porque me parece muy instructivo. Muchas gracias, de verdad!

Breo Tosar dijo...

Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en palabras. Cuida tus palabas porque se convertirán en acciones. Cuida tus acciones porque se convertirán en hábitos. Cuida tus hábitos porque porque se convertirán en tu vida. Cuida tu vida porque eres tú.

Anónimo dijo...

Redondo, Breo.

Me ha hecho gracia que al niño le cueste más contar los buenos pensamientos. Pues no es tan raro.

Por lo que me cuentan -las fuentes son de fiar-, muchos críos no se atreven a demostrar que son buenos porque luego les dicen que son unos "pringaos". O sea, que son tontos.

Anónimo dijo...

¡Qué aire de frescura! Tal y como están las cosas, efectivamente, hay que desarrollar y vivir en los buenos pensamientos y en el optimismo y en la alegría y en positivo y……en tantas cosas buenas que nos rodean y contagiar a los que tenemos cerca.
Todo en positivo: sí señor.
Muchas gracias D. Enrique.