lunes, 21 de abril de 2008

Lleno, por favor.


Me detuve a repostar a la entrada del pueblo en una gasolinera de cuyo nombre no quiero acordarme. El depósito aún no estaba en la reserva, pero más valía ser precavido.

—Lleno, por favor. Sin plomo de 95 octanos.

El empleado quitó la tapa de la gasolina e introdujo la manguera. Unos minutos más tarde dijo:

—Son 55 euros.

—¿45?

—No; cin-cuen-ta y cin-co…

—¿Cuántos litros ha puesto?

—Ya ve: cuarenta y ocho.

—Lo siento, pero no puede ser. En el depósito de mi coche caben cuarenta y cinco litros escasos. Y no estaba vacío ni mucho menos cuando he llegado. Habrás puesto cuarenta.

—Ah, yo no sé nada. Si quiere llamo al encargado.

—No tengo prisa. Hazlo, por favor.

En “encargado” tenía cara de sueño. Parecía que se hubiera levantado de la siesta.

—¿Qué quiere?

—Quiero pagar lo justo. Al parecer el surtidor no está bien ajustado. Marca 48 litros y es físicamente imposible meter tantos litros en el depósito de mi modesto Polo.

El soñoliento encargado comenzó a reñirme. Le parecía escandaloso que yo, siendo sacerdote, dudara de su honradez. Yo le contesté que, lamentándolo mucho, ni siendo sacerdote podría admitir el milagro de que 48 litros de gasolina entraran en un depósito de 45 donde, además, había ya 4 o 5. Le sugerí que tal vez el surtidor no estaba a cero cuando comenzaron a llenarme el depósito. El encargado bostezó y me dijo que eso era imposible…

—De acuerdo entonces. Vaciemos el depósito del coche y comprobemos cuánto combustible hay.

Se resistió. Me dijo que no me pusiera así. Pero me puse. Había cuarenta y cuatro y medio. Le pagué cuarenta.

El encargado, ya despierto del todo, empezó a vociferar.

—No insista —concluí—. No pienso darle propina.

Un kilómetro más adelante había un cuartelillo de la guardia civil. Me porté como un ciudadano responsable.

* * *

Por favor, no saquéis demasiadas conclusiones generales. Ni siquiera estoy seguro de que quisieran estafarme. Prefiero pensar que la máquina estaba averiada. Yo, por si acaso, no volveré a esa gasolinera.


19 comentarios:

Jesús Beades dijo...

Pues hizo usted muy bien en protestar: en España aguantamos todo, refunfuñamos, y luego no tomamos medidas.

pabolec dijo...

Pues claro... No dudamos de las buenas intenciones, pero no nos saltamos los hechos a la torera. Bien!

Historias del Metro dijo...

Vaya cuánta cobardía hay suelta... Se ha tomado la molestia de insultar, pero no tiene narices de firmar con su nombre... Ni caso.

Juanan dijo...

Es que es eso: merece la pena confiar en la gente, pero los hechos son los hechos, y si caben 45 litros y ya hay alguno más, 48 no entran nos pongamos como nos pongamos.

Anónimo dijo...

Pues a mi se me habría pasado, pues jamás miro los litros. Desde ahora me voy a fijar... Con lo baratita que está la gasolina!
M+.

Historias del Metro dijo...

Pues yo, volviendo a la tranquilidad, le doy la enhorabuena a d. Enrique. Pedir lo que es justo, y llegar hasta el final, no es que sea un "derecho", es que es una "obligación". Lo mismo informar a quien corresponde. Y todo ello regado con exquisita educación, que es lo que realmente desconcierta y hace que los demás aprendan.
No es que esté muy orgullosa, pero estoy buscando piso y ante los abusos de precios, no me limito a asentir y a buscar otro. Cuando me parece un abuso lo digo. Pero es que odio que me tomen el pelo. Lo siento mucho por la crisis inmobiliaria, pero es que la gente ha perdido el norte.

Nuevepornueve dijo...

Para nada de acuerdo con anónimo, no sé si era ironía o lo decía en serio. Si le hubieran devuelto de más, también lo habría dicho y al empleado de la gasolinera le hubiera parecido fenomenal.
Creo que las cosas que uno detecta que están mal hechas hay que decirlas. En mi opinión: a veces juegan con que vamos muy deprisa por la vida y hay quien se aprovecha de eso. Y no puede ser.
Estoy casi segura de que será más un tema de avería o trucaje de los dueños; de hecho, si no recuerdo mal, hace años se destapó una estafa "organizada" de ese tipo precisamente en gasolineras. Y no puede ser que uno lo note y no lo diga, o al menos pregunte.

Enrique Monasterio dijo...

He suprimido el insulto anónimo, más que nada por estética.

c3po dijo...

A mí me enseñaron, ya desde pequeñito, que hay derechos que son deberes. Este caso es uno de ellos. Enhorabuena.
Los americanos (del Norte) tienen una expresión que me encanta: No se queje, haga algo!!
Sin en cambio, en estas latitudes meridionales, lo que suele decirse es: Que alguien haga algo, y así nos luce el pelo (o la calva).

Juanma Suárez dijo...

¿Ponemos algo de "humor" en el asunto?

¿Se ha fijado, don Enrique, que el título de su entrada de hoy es igual al título de una serie de televisión? (Una que creo que protagonizaban Lidia Bosch y Alfredo Landa). Se lo digo porque lo mismo la SGAE le pone una denuncia por no pagarles los "royalties" del uso de una frase registrada..., ellos que tanto miran por la cultura de España...

Por cierto, Jesús Beades, un saludo. No sabía que pululabas por aquí...

Anónimo dijo...

D. Enrique,yo de su relato, no es que saque conclusiones, sencillamente le felicito. Es el hecho lo que nos molesta: que nos estafen, que nos tomen por bobos, y sin "sacar conclusiones" a lo mejor pensaron: "hombre, a este cura se la vamos a pegar".
Diga que sí, que a cada uno le corresponde lo suyo, ni más ni menos.Salu2 desde mi recién estrenado blog. Luisa

Anónimo dijo...

MUY BIEN D. ENRIQUE, HAY QUE PONER A ESOS ESTAFADORES EN SU SITIO Y EDUCARLES REZANDO POR ELLOS, PUES DE SEGURO QUE POR DETRAS LE INSULTARON A UD. Y A LA IGLESIA(POR QUE NO LO HACEN A LA CARA), Y COMO NOS. LOS CATOLICOS SOMOS EDUCADOS Y DAMOS LO JUSTO Y NO NOS APROVECHAMOS DEL VECINO, ESO ES LO QUE LES MOLESTA A LOS ATEOS Y ESTAFADORES, PERO YA LES DIRA NUESTRO PADRE EN EL JUICIO FINAL Y ALLI LES VEREMOS CARA A CARA CON DIOS Y SABREMOS TODO DE ELLOS.

Anónimo dijo...

El anonimo se lo toma todo muy a la tremenda. D. Enrique, haga el favor de acordarse del nombre de la gasolinera, o al memos del Km y carretera, para no recomendarla. Los boicots suelen dar resultado.

Anónimo dijo...

Pues es fantástico que quien da limosnas a troche y moche a cuanto mendigo madrileño se le aparezca pelee por 5 litros de gasolina. ¡Felicidades!
Por cierto, D. Enrique, que me debe el comentario sobre Harry Potter...
Un abrazo sacerdotal
Loyola

Enrique Monasterio dijo...

Juanma, lamento confesar que soy analfabeto en cuestiones televisivas. No sabía que hay una serie con ese título.
Sólo he visto una vez el comienzo de "los Serrano", y tuve bastante.

Historias del Metro dijo...

"Lleno, por favor" era una serie simpaticona, o al menos así me lo parecía a mí... de cuando se hacían esas series simpaticonas en España hace unos 10 años... Médico de Familia, Farmacia de Guardia, Querido Maestro... Podían gustarte más o menos, pero servían para pasar el rato, distraerte a última hora del día, e irte a la cama con una sonrisa... qué tiempos!!!! jeje

Anónimo dijo...

Historiasdelmetro, ya van a see entre15 o 20 anyos lo de "Lleno, por favor". Era simpatica esa serie. Y no se por que hoy como Yoda hablo. Ea.

Marta Salazar dijo...

ja ja ja!

este es una escena digna de mi mamá!

Marta Salazar dijo...

entre paréntesis y aprovechando que Ud. es sacerdote católico, mi mamá y yo, somos católicas, etc., etc.

yo le escuché decir muchas veces que ella prefería comprar a los verduleros y fruteros evangélicos, porque sabía que ellos, por su religión, no iban a arreglar las balanzas o pesas para cobrarle más...

triste realidad, no?

hace falta educar en la virtud de la justicia...