jueves, 14 de agosto de 2008

El petirrojo




¿Y de qué voy a hablar sino de pájaros?

Estoy charlando con Jaime en el jardín cuando aparece un petirrojo. Es muy joven; quizá da ahora sus primeros pasos fuera del nido. Aún no luce la librea colorada de su padre y no ha aprendido a desconfiar de los humanos.

Se sube al respaldo de la silla blanca que hay a mi izquierda y yo me quedo mirándolo sin atreverme a mover un músculo. Si alargase la mano podría tocarlo, pero por nada del mundo correré el riesgo de que levante el vuelo.

-¿Sabrá volar?

-Ssssss... Calla, no digas nada.

El petirrojo tiene los ojos negros como el azabache y las patitas finas y frágiles. Camina dando saltos mientras agita la cola y picotea todo lo que encuentra sin el menor criterio.

-No sé qué le ves. Es como todos los pájaros...

El petirrojo da un salto y se aleja ofendido. También a mí me ha molestado el comentario.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡somos una panda de insensibles!, je, je, je

Altea dijo...

La verdad es que visto tan de cerca en la foto, resulta coquetón.

ADN PRODUCCIONES dijo...

PROXIMA PARADA: EL CIELO (RECORDANDO A D. CONCESO)
http://vidasobrenatural.blogspot.com/