domingo, 7 de marzo de 2010

La vida

Desde hace meses los católicos españoles hemos incorporado a la oración de los fieles de la Misa una petición nueva que dice así:

“Para que los cristianos nunca nos desanimemos en la defensa del don de la vida desde su concepción hasta su término natural; las familias transmitan con firmeza y amor el Evangelio de la vida; los gobiernos protejan eficazmente este derecho fundamental, y la humanidad entera logre desterrar los fermentos del egoísmo y de la muerte. Roguemos al Señor”.

Que “no nos desanimemos”. Es una súplica necesaria, porque, en efecto, corremos el riesgo de cansarnos, de pensar que todo es inútil, que no podremos detener esta euforia criminal que alientan muchos gobiernos de la vieja Europa.

No nos desanimemos. Hay que rezar, pedir, clamar, luchar…, aunque no nos hagan caso; aunque nos cuelguen etiquetas injustas e indeseables; aunque nos insulten.

Hoy, una vez más, miles de hombres y mujeres saldrán a la calle para defender la vida. Estaremos en Vigo, en La Coruña, en Santander, en Bilbao, en Burgos, en Valladolid, en Zaragoza, en Barcelona, en Madrid, en Valencia, en Palma de Mallorca, en Albacete, en Elche, en Córdoba, en Murcia, en Cartagena, en Sevilla, en Granada, en Almería, en Málaga, en Jerez, en Santa Cruz de Tenerife y en Las Palmas de Gran Canaria.

Los contadores de masas ya están al acecho. Dirán que somos muchos o pocos, según quién pague la encuesta. Pero aunque seamos media docena, no por eso tendremos menos razón.

Así que adelante. No nos desanimemos. Y si alguna vez parece que nos derrotan, paciencia. Dios no pierde batallas.

4 comentarios:

Capuchino de Silos dijo...

¡Bien dicho!
Muchas gracias

Isa dijo...

Me encanta esa oración.
Pues sí, don Enrique, tiene razón, que no nos desanimemos, aunque eso sea lo más fácil ante la dificultad.

Almudena dijo...

Gracias. No me había dado cuenta de lo de la oración. Seguiremos en la brecha hasta que ya no haga falta

Bernardo dijo...

Buenas noches!

Esta semana ha nacido y sobrevivido un chaval en Alemania. Ha pesado 275 gramos al nacer. Veinticinco semanas de gestación.

He aquí un luchador nato.