lunes, 6 de diciembre de 2010

Finde con boda, alarma y sueño


Una huelga de controladores aéreos mantuvo en tierra el globo durante más de 24 horas. No había ocurrido nada semejante desde que se elevó por primera vez en febrero de 2007.
Decretado por el gobierno el “estado de alarma”, trato de sentirme alarmado. De momento, sólo noto cansancio y un sueño incontrolable que me insta a pasar el puente sin más sobresaltos que los necesarios. Hemos tenido boda, en efecto; pero ¿por qué serán tan agotadoras las fiestas? Kloster y yo, que ya no estamos para demasiados excesos, regresamos navegando entre una niebla densa y pegajosa que se incrusta en el parabrisas.
En Lerma hacemos una parada técnica en el Hotel Alisa.
―Padre ―me aborda un ciudadano de prominente abdomen, boina incrustada en la calavera y chaquetón azul―, la biblia dice que hay que llevarse bien con todos, ¿no es eso?
Trato de ser amable a pesar del pestazo de vino que exhala el ciudadano en cuestión, y le respondo que sí, que más o menos.
―Pues yo no me llevo bien con mi mujer ni con el gobierno. ¿Me condeno?
La mujer sale en ese momento de la cafetería y sorprende a su marido a mitad de carcajada.
De nuevo en el coche, siento como si la niebla fuese un pasajero más. Para combatir el sueño, le pido a Kloster que me predique en voz alta la meditación. Me habla de San Nicolás de Bari, personaje un tanto misterioso, cuya fiesta se celebra hoy en media Europa y también en el Opus Dei donde se le venera como Intercesor. Luego me recuerda que estamos en la recta final de la Novena de la Inmaculada y se detiene contemplando la escena de la Anunciación. 
La facundia de Kloster es admirable: hablando, hablando, llegamos a la siguiente parada: San Agustín de Guadalix, donde nos sentamos a leer la prensa para ahuyentar definitivamente el sueño.

3 comentarios:

Antuán dijo...

Buenas noches! casi mejor que dias. xq aun no se ve nada pero no aguantaba en el sofá. la casa está a tope y tenía hambre. ya recé el Rosario y seguiré escribiendo felicitaciones de Navidad. Hay que reconocer que es bueno Kloster, eso de tener un compañero de viaje. Ayer revolviendo papeles encontré una carta de mi padre que me mandaba una fotocopia de la que le escribió el Prelado del Opus Dei, en 1997 por su 50 anniversario de bodas. Está pero q. muy bien. serían 63 el día de la Inmaculada. Les deseo esa fidelidad a los recien casados como a cada uno a los planes q. Dios tenga a su buen parecer. ¡Jóvenes esa si que es una movida! la del Espiritu que sopla donde quiere. Y no me refiero solo al aire q. hace: ¡Mama mia!Buenos días! Adiosle

Isa dijo...

Oiga, ¿y no tendrá Kloster un hermano gemelo que como él vaya recordando esas cosas de vez en cuando y en los momentos en que una necesita compañía?

Pascalle dijo...

Pues Kloster ha contado más cosas de la boda: en la homilía les hablaron de un tesoro escondido... Al parecer lo encontraron y por eso se han casado. No es raro que estuvieran tan contentos.