domingo, 20 de febrero de 2011

Yo os digo…



Antes de salir de casa camino del centro de la Obra en el que voy a predicar un retiro espiritual, repaso detenidamente las lecturas de la Misa. Hoy, en el evangelio, Jesús repite una frase: “habéis oído que se dijo… …pues yo os digo”.
Ese “yo” debió sonar como un disparo en el cerebro de los fariseos y demás judíos biempensantes. ¿Quién es éste que se considera con derecho a ir en contra de lo que hemos recibido de los antiguos?
Ya en el coche se me ocurre que yo también debería atreverme a golpear las conciencias de tanta buena gente que se conforma con pensar como “todo el mundo” y con vivir de acuerdo con lo que “todo el mundo” considera correcto. Esa opinión dominante es muchas veces la mejor coartada para sumergirse en la mediocridad o en la tibieza.
Lo malo es que, antes de abrir la boca, debería aplicarme el cuento a mí mismo.
Sí, trataré de que ese “yo os digo” del Evangelio alcance el corazón de cada una de las personas que me escuchen. Y pediré al Señor que yo no salga ileso del trance.

7 comentarios:

Cordelia dijo...

Estos días andaba yo dándole vueltas a una idea similar. Cómo a base de no querer ser diferentes, hacemos tantas cosas como todo el mundo; o sea, mal. Primero son tonterías sin importancia, pero poco a poco cada vez son más y más, y acabamos siendo, y no sólo pareciendo, del montón. Sin personalidad, uno más de la masa de gente que no se plantea nada más trascendente que el divorcio de Belén Esteban o cualquier tontería semejante. Nos dejamos ir, nos aborregamos, nos atocinamos...
Y acabamos perdiendo progresivamente eso que nos hace únicos, cada uno a su manera.
En algún momento, hay que decir basta. Ya no quiero seguir siendo así, quiero ser yo y no una más.
En ello estamos.
Y no nos cuente rollos, D. Enrique, usted nunca ha sido "como todo el mundo"

Nuevepornueve dijo...

Justicia extrema, máxima falta...?
algo así como que a veces la justicia aplicada de forma "implacable" puede resultar injusta???? Apruébeme, por faaaaaaaa!

Bernardo dijo...

¡Hola! Yo sólo quería decir que los conceptos "demasiado" y "chistorra" son del todo incompatibles.

GAZTELU dijo...

Bernardo, absolutamente genial!!!
Ser diferente es ser como Sole Perez de Ayala, que le importaban pocas cosas pero siempre las más importantes.
Yo hoy me dió por meditar el evangelio de MARTA Y MARIA y quiero quedarme con la mejor parte y casi nunca lo consigo pero lo sigo intentando.......

GRACIAS







GRACIAS POR LA REFLEXION

Anónimo dijo...

Está muy bien que se lo aplique usted también, pero no deje de darnos caña porfa...

Bernardo, ¿tu no estabas por las alemanias? ¿qué haces con un aparente empacho de chistorra? Consuélate con el recuerdo del paladar e intenta olvidar el estómago. !!Suerte en la recuperación!!

Anónimo dijo...

Cuanto mayor es el ofendido, mayor es la ofensa.
La anónima de ciencias, hoy sin mirar google...

Nico dijo...

Dos consideraciones:

La 1ª: El mundo nos odia poco. Es posible que si viviéramos más el Evangelio, que si no tuviéramos unos valores tan mundanos, tan mediocres, nos odiase más.

La 2ª: que hay que tener cuidado con el " pero yo os digo". ¿Quién puede hoy día decirlo? ¿Puede cada uno hacerse una religión a su medida con lo que entienda que es justo?.