sábado, 31 de marzo de 2012

El Búho responde


―Dime, clarividentísimo volátil, ¿qué es un adolescente?
―Te lo expliqué hace años, colega: un adolescente es un puñado de virtudes y defectos contradictorios entre sí, que tratan de buscar acomodo en un organismo con acné.

viernes, 30 de marzo de 2012

Postdata

Mi entrada anterior ("Viernes de Dolores") tuvo una primera versión en el blog hace un par de años. Entonces no me gustó, pero como escribo con prisa y al día, la dejé.
Esta mañana, mientras hacía la oración escribí en un papel la versión definitiva y suprimí la anterior. Es curioso, nadie, ni siquiera Vila, se ha dado cuenta de que lo de hoy era un remake
No esperéis mucho más esta Semana Santa que empieza. Si acaso, completaré en una o dos entradas, el "diario" de San Juan. Estaré en Bilbao ordenando material con vistas a poner en papel, de una vez por todas, muchas de las cosas que han salido aquí.
Y si el búho dice impertinencias, no se lo toméis a mal.

 

Del diario de Juan (I)

Viernes de dolores


Mientras duró aquel terrible suplicio de la flagelación no me separé ni un segundo de María. Traté de que se apoyara en mi mano y ella agradeció el gesto abrazándome con fuerza como si fuese su hijo.
Enseguida noté el calor de sus lágrimas, que llegaron a empapar mi túnica. Los sollozos, apenas apreciables por los demás, se clavaban en mis oídos como puñales. No me atrevía a mirarla; tan grande era su dolor; pero vi las gotas de sangre, las mismas que cayeron del rostro de Jesús en Getsemaní, repetidas en la frente de mi Señora.
No sabía lo que hacía. Tomé un pañuelo húmedo y traté de recoger aquella sangre. María se dejó limpiar mientras me hablaba al oído:
―Juan, llora por mí y por ti. Yo me he quedado sin lágrimas.
Jesús fue conducido de nuevo al Pretorio y, por un instante, me separé de María. Busqué con la mirada a los demás; pero sólo vi a mi hermano Santiago, que huía despavorido.
―Todo ha terminado ―me dijo con un gesto de horror que nunca olvidaré―. Dicen que Pedro nos ha traicionado…
―Pedro jamás nos traicionará ―le respondí gritando―. Le he visto abrazado a María, y le pedía perdón.
De pronto vimos salir a Jesús. Coronado de espinas, con la cruz al hombro y rodeado de soldados se dirigía hacia el Calvario para ser crucificado. La multitud vociferante y blasfema era su único cortejo.
¿Y María? ¿Dónde estaba mi Señora?
―Estoy aquí, Juan. Tengo que pedirte algo.
―Lo que quieras, madre; ya sabes que…
―Tengo que acompañar a mi Hijo y estar con él junto a la cruz. Debo hacerlo, pero tengo miedo. Necesito un hombre fuerte como tú que me acompañe y me defienda de los soldados y de estas pobres gentes que no saben lo que hacen. No puedo pedírselo a nadie más: Pedro, Andrés y los otros son ya adultos, y los soldados no les dejarán acercarse a los crucificados. Ellos están allí para eso; para que nadie trate de liberarlos o de provocar un incidente.
―¿Entonces, yo…?
―Tú eres ya un hombre; tienes 15 años, pero con esa carita de niño todos pensarán que eres mi hijo, el hermano pequeño de Jesús. Y a las madres, a las esposas y a los niños les dejan estar a los pies de los reos. ¿Quieres ser mi acompañante y mi escudo? ¿Me protegerás?
Me tomó de la mano y comenzamos a caminar. Yo sacaba pecho y trataba de mirar a la turba con gesto firme y un poco desafiante; pero, cuando llegamos a lo alto, empecé a comprender que no fui yo quien llevó a María al pie de la Cruz. Ella me engañó llevándome de la mano para que estuviera cerca de Jesús en esa hora.
¡Pobre de mí! Temblaba como una hoja. María, en cambio, resplandecía como una reina.
 
 

jueves, 29 de marzo de 2012

miércoles, 28 de marzo de 2012

El Búho responde


―Dime, búho sapientísimo, ¿qué es la sabiduría?
―Es sólo un achaque de la vejez. Sin duda es el más doloroso, pero también el que menos dura: en seguida llega la demencia salvadora.
(El búho responderá con mucho gusto las consultas de los globeros. No me responsabilizo de las opiniones que pueda verter el pajarraco).

martes, 27 de marzo de 2012

Mayoría abrumadora


Eso suele decirse de las mayorías: en el mejor de los casos son abrumadoras; en el peor, aplastantes. En este caso, parece claro que la mayoría de los globeros apuestan por el búho de toda la vida.
Estaba el pobre tembloroso, temiendo que viniera un intruso acharolado a quitarle el puesto, pero, como veis, todo ha vuelto a la normalidad. Mañana se cierra la encuesta.
Isabel, lo siento. Gracias por intentarlo.

Nada a cambio



―¿De cuántas personas puedes decir que te quieren sin pedirte nada a cambio?
María, que no ha dejado de hacer pucheros desde hace diez minutos, responde sin vacilar:
―De nadie.
Luego me va concretando:
―Mi novio siempre quiere lo mismo. Mi madre está deseando que me vaya de casa y la deje en paz. Mi padre pasa de nosotras. Ahora tiene otro rollo.
―¿Y tu amiga…?
―Bueno, ella sí…
Mientras charlamos no ha dejado de teclear en un Iphone nuevecito que maneja con envidiable soltura.
―¿Cuánto te ha costado?
―Me lo ha regalado mamá.
―¿A cambio de qué?
Se encoge de hombros y sigue tecleando. 
(Por la tarde la veo en el retiro de alumnas. Yo pensaba que vendrían sólo las que se preparan para la Confirmación, pero hemos tenido un lleno total ¡Quién las entiende! Llevo más de 40 años tratándolas y siguen siendo un misterio. Quizá sea solo cuestión de quererlas sin pedirles nada a cambio).

lunes, 26 de marzo de 2012

Muestrario de búhos (Para un sondeo de opinión)

I. Búho enlutado, con alzacuello, modelo Isabel. 
II. Búho tradicional ligeramente quemado, isabelino, por supuesto
III. Búho enlutado y adormilado

IV. Búho evolucionado residente en la Antártida

V. Búho de toda la vida, que desfallece de vez en cuando

Votad en la columna de la derecha

Los lunes, publicidad

Este anuncio sí que es una pasada. Vale la pena verlo a toda pantalla. Me lo envía Isabel, la creadora del búho-pingüino que tanta polémica ha generado.
Son tres minutos y medio entre diamantes, panteras, elefantes y glamour. Una buena publicidad para tiempos de crisis.




domingo, 25 de marzo de 2012

Mañana

Es la única palabra que me sale a estas horas de la noche. 
Acabo de regresar de Huelva y aún no puedo creer que hayan pasado tantas cosas desde que tomé el AVE en Atocha a la 11 camino de Sevilla. 
Ahora, de nuevo en casa sólo sé que mañana
  • volveré a pensar qué hago con el búho;
  • pondré el globo un anuncio de Cartier;
  • escribiré algo sobre la fiesta de la Anunciación;
  • llevaré el coche al taller para que lo revisen;
  • buscaré a Linucho para tener una segunda charla;
  • iré al cole, como todos los lunes;
  • y, si me da tiempo, escribiré un soneto,
mañana,
 

sábado, 24 de marzo de 2012

Linucho (y II)

...Mejor que no


Dumbledore, el gran mago de Harry Potter, extraía de su cacumen los recuerdos
más interesantes y los almacenaba con su varita en un "pensadero"mágico. 
Eso mismo hago yo.
Después de leer lo que escribí ayer, decido que es mejor guardar esa conversación en mi pensadero personal. Lo siento. Quizá dentro de unos años la saque del congelador, cambie fechas y lugares y pueda servirme para hablar de Esperanza y desesperanza, del poder de Dios y de la estupidez del demonio.
Ya sé que os pica la curiosidad. ¡Qué le vamos a hacer!
Por cierto, ¿os gusta el búho bizco que me ha enviado Isabel o vuelvo al anterior?

Linucho (I)


No os confundáis; no es él 
No sé si lo he contado alguna vez; quizá no.
Hace cinco o seis años iba a dar la comunión a una persona enferma y, como es habitual, llevaba el Santísimo en el bolsillo interior de la chaqueta, en una pequeña teca dorada. Caminaba con paso normal, sin hacer ningún gesto especial, cuando comenzó a seguirme un sujeto de aspecto desaliñado, con una melena larga y voz de borracho.
―¡Eh, tú! ¿Qué llevas ahí?
Esas fueron sus primeras palabras. Luego vino una retahíla de blasfemias. El tipo me siguió casi hasta mi lugar de destino.
Esta tarde he vuelto a verlo. Pide limosna en el barrio y parece un pobre infeliz, alcohólico y avejentado.
―A mí nunca me das nada ―me dice―.
―¿Me conoces?
―Siiii…
Y se ríe como si la cosa tuviese mucha gracia.
―¿Cómo te llamas?
―Linucho… Es un aperitivo.
―¿Apelativo?  
―Eso... Dame un euro. 
―¿Te lo vas a beber?
―Sí, pater. ¿Es pecado emborracharse para dormir mejor?
La conversación ha sido larga. A ver si os la cuento mañana. Debo ser discreto y, a estas horas de la noche, uno se va de la lengua con facilidad.
Rezad por él. Yo le he prometido que ofreceré la Misa del sábado para que se vayan resolviendo sus problemas. 


viernes, 23 de marzo de 2012

Carroñeros y abejarucos

Carlos Cotelo se supera en cada nuevo vídeo. El de hoy trata del quebrantahuesos y de los demás carroñeros de nuestra avifauna. La verdad es que son unas aves bellísimas que vuelan com ángeles, a pesar de que su dieta alimenticia no resulte tentadora para el espectador.
Me dice Carlos que espera con impaciencia la llegada de los abejarucos, que anidan muy cerca de su casa.
El abejaruco ha sido siempre el pájaro predilecto de los fotógrafos. Por cierto, ¿estará trucada la fotografía que he puesto arriba?


Ofertas


Me llegan todo tipo de anuncios de servicios y productos la mar de tentadores. Son anuncios personalizados, dirigidos a mi nombre y apellido. Además me llaman “querido Enrique” y conocen o adivinan mis más íntimas necesidades.           

Un alisado brasileño (antes 300 €) en Audrey's Studio por sólo 59 €. ¡Nutre, repara y desencrespa tu melena!
En efecto, mi melena necesita desencresparse con urgencia: con la sequía se ha cargado de electricidad estática y, al salir del ascensor, los treinta y siete pelos que la componen se ponen de punta. 
Lo mejor de Argentina en la mesa por 13 €! (antes, 63). Menú individual con aperitivos + entrante + principal + bebida en Tijcal.
No estoy de acuerdo; lo mejor de Argentina es el tango.
Lucha contra los radicales libres con un tratamiento muy placentero: una limpieza facial, una vinoterapia exprés y la aplicación de un contorno de ojos y una mascarilla con un superdescuento del 71%.
Esto sí que me convence. Los “radicales libres” deben ser detenidos cuanto antes y puestos a disposición de la justicia. Y la “vinoterapia”, si el vino es bueno, tiene que ser, en efecto, placentera. Lo de la mascarilla, mejor que no.

jueves, 22 de marzo de 2012

Empieza la temporada de bautizos.



 Beatriz hace..., ¿cuántos años?
María me dice que ya ha hablado personalmente con San Jorge ―supongo que se refiere a la parroquia, no al santo― y ha reservado día, hora y capilla para mayo. Mateo se bautizará el 21 de abril en los carmelitas de Ayala. Marta y María, las gemelas de Luis, en la semana de Pascua, sin concretar, en el pueblo.
Andaba yo ajustando mi agenda cuando me telefonea mi amiga Beatriz, la segunda de la tribu Tornel-Trelles:
―Tengo que darte una buena noticia. Vamos a tener otro hermanito…
¿Noticia? Noticia sería lo contrario. Alicia y Nacho ya van por el octavo. Tampoco es tanto, después de 12 años de matrimonio. A continuación toma el teléfono Alicia y me ordena que guarde silencio. 
―Seré una tumba ―le digo―.
Al fin y al cabo este globo apenas tiene lectores. Además, no se habla de otra cosa, en el barrio.


 

miércoles, 21 de marzo de 2012

Al fin


Llegó ayer a las seis y cuarto de la mañana, justo cuando sonaba mi despertador. Entró por la ventana de mi dormitorio y se me aferró al cuello con la evidente intención de estrangularme.
Hoy me ha lanzado un jarro de agua helada para rematar la faena. La primavera viene juguetona.


martes, 20 de marzo de 2012

José María Bravo


Durante la JMJ, con don Javier Cremades y don Antonio María Rouco 
Ayer, día 19, en el día de su santo, ha fallecido repentinamente en Madrid José María Bravo Navalpotro, sacerdote diocesano y, hasta hace unos meses, vicario episcopal de la Vicaría I. José María era buen amigo mío desde hace más de veinte años. Él presidió la Confirmación de muchas promociones de Aldeafuente y de todas las del centro de bachillerato de Fomento donde trabajo ahora.
Dentro de unos días le íbamos a organizar un sencillo homenaje de agradecimiento y despedida en la Parroquia de San Fernando, junto a mi casa. En el Cielo recibirá un premio infinitamente más grande.
Sé que muchas antiguas alumnas, confirmadas por él, leéis este blog cada mañana. Encomendadlo al Señor. Fue un sacerdote alegre, cordial, entusiasta, trabajador, gran enamorado de la Liturgia y amigo de Dios. 

lunes, 19 de marzo de 2012

San José sin pájaros



Es la 1,30 de la tarde y, al fin, he encontrado un minuto libre para subirme al globo. Querría hablar de San José, porque hoy es su fiesta, del curso de retiro que terminaré de predicar esta tarde y de cada una de las historias que he vivido estos días; pero es inútil siquiera intentarlo. Gracias a Dios he ido de cabeza y mi pobre globo ha navegado solo, gracias a las aportaciones de los vecinos.
En este curso de retiro estaban, además, tres de mis globeras más asiduas: Papathoma, que llegó de León con un cohecho de hojaldres para el cura; Cordelia, que me sigue incansable a donde vaya, y Mar (alias Marita), que se ha revelado como una lectora espléndida en la Misa.
―¿Y los pájaros?
―Creo que están ahí, al otro lado de la ventana, pero no los he visto todavía. Sospecho que hace un día espléndido, casi de primavera; pero sólo he ido una vez al jardín. Fue anteayer por la mañana. Oí el retumbar de una tormenta cercana y salí a galope en busca de una gota de agua. Cayeron tres de buen tamaño, pero no me tocó ninguna el el sorteo.
Creo que es lunes, pero no esperéis que el día de San José ponga un anuncio de cerveza. Me gustaría encontrar uno que animara a los chavales a ponerse a la escucha de Dios por si el Señor les dice en voz baja y al oído lo que tantas veces he repetido en esta página, que es grande ser cura.
Claro que tampoco está mal este otro vídeo.

 
 

domingo, 18 de marzo de 2012

Pensar y sentir

Don Alfonso Sanz no nos ha abandonado del todo. Precisamente hoy andaba yo dando vueltas a este asunto de los sentimientos, que parecen ser el único referente ético de la moral dominante, cuando abro el correo y me encuentro con este estupendo microvídeo de la factoría alfonsina.
Me apunto la idea central para escribir algo más largo y ordenado. Estos día, en Moinoviejo, no tengo mucho tiempo: el curso de retiro está abarrotado. 

sábado, 17 de marzo de 2012

Con tal de presumir…




 La golondrina se mira en el espejo
―Soy la persona más orgullosa del mundo ―me has dicho―.
―¿Estás segura? Yo te daría ahora mismo una lista de gentes bastante más soberbias que tú, al menos a primera vista: Hitler, Stalin, Mourinho…
―Entonces ¿yo que soy?
―Una vanidosa pequeña, llena de soberbias veniales que no le importan a nadie. ¡Si al menos fueras de Bilbao…! No te des importancia, que no es para tanto. Además la santidad no consiste en aniquilar la propia soberbia, sino en ahogarla en amor de Dios. En un concurso de orgullosos quedarías siempre fuera del pódium.
―Es humillante.
―No lo sabes bien…
(Notas de un curso de retiro)

viernes, 16 de marzo de 2012

Otras aplicaciones del IPad

Dentro de un par de horas salgo hacia Molinoviejo para predicar un curso de retiro. No llevo papeles: el IPad, sobre la mesita de meditaciones me sirve de atril y de guión con el tamaño de letra que más me convenga.
Claro que una máquina tan perfecta tiene también otras aplicaciones, como las que aparecen en este vídeo que me envía, sin traducir, Heinz Kloster. 

Mi globo

Si no tenéis nada que objetar, mandaré este artículo a "Mundo Cristiano". Ya sabéis que siempre doy un anticipo aquí. Esta vez, además, me interesan vuestras opiniones y/o enmiendas. 




  

Yo, como dijo Umbral, hoy he venido a “hablar de mi libro”, en este caso, de un libro sin papel, que vuela en Internet y se posa cada día en los ordenatas de mis amigos. Hablaré de mi blog, mejor dicho, de mi globo: siempre lo hemos llamado así.
Me lo sugirió Carlos hace algunos días y creo que tiene razón. Ya que dispongo de esta página en MC aprovechémosla para dar a conocer mi aventura “cibernáutica”.
Nació el globo un sábado de febrero hace cinco años.  Alguien me había dicho  que con solo tres clics podría abrirme un hueco en Internet. Y añadió:
No te será difícil redactar quince o veinte líneas a la semana.
Me estaba metiendo en un lío y hasta mi madre me lo advirtió, pero me dejé tentar por Google y por las plantillas que ponía a mi disposición, inserté un búho, que es el símbolo de la sabiduría, un reloj que daba la hora y el parte meteorológico. A continuación bauticé la página con el título de esta sección de Mundo Cristiano: “Pensar por libre”.
No escribí un post semanal, sino cuarenta mensuales. Pensé que si quería retener a los lectores era preciso servirles el desayuno cada mañana. Nulla dies sine linea. Internet está lleno de blogs-ataúd  que vagan como zombies sin rumbo y sin visitas.  El mío debería estar vivo. Y, como un empresario más, traté de montar mi tienda en el barrio adecuado y en la acera más concurrida. Pronto encontré un barrio peculiar, con muchos escritores jóvenes, poetas, comunicadores y un sinfín de chicos y chicas que no sólo leen cada sílaba de lo que escribo sino que incluso me dan buenos consejos.
Gracias al globo estoy aprendiendo a escribir. No es una broma. Muchos piensan que, a partir de cierta edad, se nos fosiliza la sesera y somos incapaces de asimilar  nuevas técnicas  o conocimientos. Nada más falso. Hace cinco años tardaba una eternidad en cada artículo; ahora a veces los dicto a una maquinita que me los pone por escrito en un santiamén.
En el globo hay refritos de escritos pasados, anécdotas de la vida diaria de un cura urbano, pensamientos pensieri que me asaltan en cualquier esquina,  esquemas para homilías poco convencionales, y, de vez en cuando, oraciones, comentarios de pasajes evangélicos y reflexiones de carácter espiritual que me avergonzaría leer en voz alta. Y es que El globo ya es mi confidente, el amigo con quien comparto mil pequeñas intimidades.
Además hay vídeos, escritos de otros, chistes, encuestas, poemas, fotografías elegidas con mimo…, y muchas horas de oración. Lo digo porque es la pura verdad.
Luego está Heinz Kloster, mi buen amigo alemán o austriaco, gruñón e impertinente, que me acompaña desde hace más de cuarenta años. Lo creé mientras escribía la tesis doctoral,  porque necesitaba  atribuir a alguien la autoría de un párrafo que me había quedado demasiado redondo.
Un estudiante no debe poner afirmaciones solemnes ni dogmáticas me advirtió el director de la tesis.
Pero a mí me gustaba el parrafito y no quise acicalarlo; así que se lo adjudiqué a mi alter ego, como una especie de broma privada, con la esperanza de que el tribunal no se diera cuenta de la irreverencia académica. En cuarenta y tantos años hasta los homicidios prescriben.  Así que a estas alturas no me denunciarán.
Dejo para el final a los pasajeros del globo. En Internet todo se cuenta por millares, y yo también tengo cuatro o cinco mil visitantes cada día, aunque sólo unos cientos son adictos, esos que no me pasan un fallo y conocen todas mis debilidades. Algunos volvieron a encontrarse con Dios en contacto con el globo y sus globeros. Qué más puedo pedir.
Dentro de algún tiempo, el globo tomará tierra y morirá. No habrá anuncios ni pasará por la UCI. No sé el día ni la hora, pero sí el cómo y porqué. Yo mismo redactaré la necrológica antes de eliminarlo.
Ésta no es. Seguimos navegando.

jueves, 15 de marzo de 2012

El Athletic baila un aurresku en San Mamés

Me dice José Luis, que a ver que escribo esta tarde. 
Después del partido Athletic-Manchester, declaro solemnemente que vuelvo a mis raíces. Me arrepiento de haber abandonado al equipo de mi tierra para mezclarme con los gentiles.
Nunca más apostataré del Athletic.
Como el hijo pródigo, me zamparé un ternero cebado para celebrar la vuelta a casa.
¡Qué baile, madre mía! 

miércoles, 14 de marzo de 2012

¿Cohechos?




No sé si preocuparme. Pili me ha dado otra orquídea al pasar por su famoso kiosco de flores. Una alumna del cole me regala un rosario precioso, con aroma de rosas, comprado junto a la Basílica de San Pedro. Julia me obsequia con un bizcocho “para desayunar”, y Cordelia, trae ocho o diez croquetas fantásticas elaboradas por su madre y encima se disculpa:
―No sé si es una falta de educación regalar croquetas a un cura.
Me tranquilizo al leer en la Sagrada Escritura el episodio de Naamán, el sirio, que llevó al rey de Israel para que lo curara de la lepra, tres quintales de plata, seis mil monedas de oro y diez trajes.
¿De qué me sonará esto de los trajes?

Momentos

Cristina me envía el link de este corto. Vale la pena verlo, de verdad. El director ha hecho una gran película de apenas 7 minutos sin palabras, sin imágenes truculentas y sin efectos especiales. Aquí hay sólo imaginación, sensibilidad y talento.


martes, 13 de marzo de 2012

Retiros y recuerdos




Este año, en la segunda semana de cada mes, me organizan un carrusel de retiros de lunes a viernes. Como el temario es prácticamente el mismo, lo importante es preparar las dos primeras meditaciones e incluso llevar un pequeño guión. Luego me repito sin repetirme. Quiero decir que, en realidad, nunca digo las mismas cosas; pero la melodía no cambia, y las dos o tres anécdotas que cuento se van coloreando solas.
Ayer, lunes, recordé una vez más aquellos veleros blancos del Parque del Retiro, que tanto juego dieron en la JMJ: los confesonarios.
A Juan, un sacerdote que se pasó allí muchas horas, un amigo le preguntó con cierta ironía:
―¿Y tú qué haces aquí? ¿Reparaciones espirituales?
―Más que eso ―contestó―: aquí se resucitan muertos.
La anécdota me sirvió para media meditación. Durante la otra media comenté algo que leí en una revista. Parece ser que un chico se acercó a los confesonarios para sacar una foto, pero uno de los voluntarios de la JMJ le detuvo:
―No se pueden sacar fotos. Hay que respetar la intimidad de los penitentes…
Pero el chaval, con un lagrimón a punto de caer, le contestó:
―Es que ese señor que se confiesa ahora no lo había hecho desde hace 40 años. Es mi padre y quiero que tenga un recuerdo.

Desde Corea (y III)

De momento, esto es todo. Espero nuevas cartas de Andrés y alguna fotografía. A medida que vayan llegando las colagré del globo.




Hace un par de semanas estuve en las ordenaciones de nuevos sacerdotes de la diócesis de Seúl. Eran 42 curitas de la última promoción. Había entre los ordenandos un diácono que viene a los medios de formación de la Obra. Concelebramos con el Cardenal de Seúl y con otros tres obispos unos doscientos sacerdotes en un pabellón de deportes. Podía haber allí unas cuatro o cinco mil personas. Los padres de los ordenandos, en las primeras filas, llevaban el traje tradicional coreano.
La Misa, muy digna y solemne. Al acabar, el cardenal agradeció a los padres su generosidad. Eso lo supe gracias a que me traducían en directo, ya que, en coreano, sólo sé celebrar la Misa: De los ordenandos, más o menos la mitad eran hijos únicos o primogénitos.
Fue gracioso el momento en que el Cardenal hizo salir a los padres de los nuevos sacerdotes para que saludaran. También dijo que el anterior obispo de Seúl había ordenado 500 sacerdotes, y que él, con esa tanda, ya le había alcanzado. Agradeció a las parroquias, etc., y, aunque aquí no hay costumbre de besamanos, el obispo recibe la bendición de los nuevos sacerdotes allí mismo.
A la salida estaba nevando un poco pero a la gente le daba igual. Cada nuevo sacerdote tenía una carpa, y sus amigos, la gente de su parroquia, familiares, hacían cola para que les bendijera. Además, había también gente haciendo bailes tradicionales… incluso  a alguno le pusieron una guirnalda de flores para celebrarle, fue bastante divertido.
Después de la Misa pude conocer a algún sacerdote que habla español, capellán de un hospital católico. Con los demás sacerdotes, a lo máximo que llegaba era a dar los buenos días. Cuando me preguntaban algo más, sonreía y decía la frase mágica: “lo siento, todavía no hablo coreano” (en coreano, claro).
Alguno no entendió ni eso. Poco a poco.

lunes, 12 de marzo de 2012

Los lunes, publicidad


Hoy traigo una novedad que hará las delicias de todos los aficionados a las camisetas frikis.
Gracias a CrowdTShirt podemos tener camisetas con diseños exclusivos y de calidad por tan solo 9,90€, IVA y gastos de envío incluidos. CrowdTShirt lo han hecho posible y en este entretenido vídeo nos explican cómo.
Como veis, la peli no vale gran cosa, pero estamos en crisis.
 

domingo, 11 de marzo de 2012

Y, sin cambiar de país ni de escenario...

Clavelitos en Maastricht

2 Coroneles de Caballería

Durante estos días de descanso he recibido más e-mails de lo corriente, y algunos tan insólitos como el de Luis, un Coronel de Caballería de 80 años, retirado, que, desde hace algunas semanas, cabalga con entusiasmo este globo. Su cariñoso mensaje me ha traído a la memoria a otro coronel de Caballería, Fernando Pimentel, padre y abuelo de la famosa Tribu Pimentel, que falleció en Madrid a comienzos de marzo del año 2000. ¡12 años ya! Fernando, igual que Luis, era hombre de fe recia y muy piadoso. Luis me pide que escuche esta versión espléndida del Ave María y me manda el correspondiente enlace.
Se la dedico a los dos: Fernando la oirá desde el Cielo.



Desde Corea (II)


Continúo con la la larga carta de Andrés desde Corea. Como veis, su trabajo apostólico es personal, de uno en uno. Así se comienza la labor evangelizadora en todas partes. Rezad por él y por todos los cristianos que están abriendo brecha en aquellas tierras.


Vista panorámica de Seúl
...También está F, el sueco. Aunque al principio se hacía precisamente el sueco, luego dio la sorpresa. Es luterano y no practica desde hace siglos. Alguna vez le expliqué algo de la Iglesia Católica, la fe en Jesucristo, la Obra, por qué estoy aquí, etc. Pero no se le veía con mucha atención. Sin embargo, pasadas unas semanas me preguntó un día a bocajarro por la Confesión. Hemos hablado un poco más, pero todavía no hemos tenido una conversación despacio. A ver qué pasa. F, sin embargo, me presentó a un amigo suyo de otra clase que sí es católico. Se llama X, es filipino. Un día en el comedor de estudiantes se sentó a comer con nosotros. Estuvimos hablando en un buen rato, pero aún no hemos podido continuar. Me lo crucé en un pasillo y le pedí que rezara por una intención –él mismo-. Me consta que sigue “autoencomándandose” todavía. A ver si la semana que viene podemos hablar más despacio.
De los amigos americanos, seguimos hablando bastante de todo. Sobre todo con Br, que es agnóstico beligerante, pero buen amigo. Fue divertida una discusión que tuvimos en un descanso sobre la educación en los colegios cristianos. La gente se sorprendía de que estuviéramos charlando tranquilamente y no llegáramos a los puños, porque realmente es duro de roer. Hay que seguir pidiendo por él, porque detrás de esa capa de “agresividad dialéctica” hay una buena persona.
No sé si he contado de K T H. Todos los fines de semana me voy a Daejon, una ciudad al sur de Seoul. Allí pude conocer a un médico acupuntor a través de uno de casa que coincidió con él en un Congreso y le dio mi teléfono. Pude quedar a comer un día con su familia. Fue muy agradable. Al principio yo pensaba que era católico y le hablé de formación, de la Obra, etc. Hasta que me cortó… resulta que es protestante, que había un malentendido. Después de comer dejamos a su mujer y sus dos hijos pequeños en su casa –viven muy cerca del centro- y nos dimos un paseo a solas. Hemos quedado en hacer deporte alguna vez por allí. Es una persona muy buena, y muy servicial. Por ejemplo, se volcó para conseguir un transporte barato para recoger unos muebles que nos regalaban al centro.
Aquí en Corea la gente es curiosa con los extranjeros. Es raro el fin de semana que no me preguntan en el metro de Daejon quién soy, de qué país vengo, por qué soy sacerdote, etc. En la mayoría de los casos es pura curiosidad, aunque también me han asaltado ya dos pastores protestantes y un chico que iba a un colegio católico. También lo hacen para poder practicar el inglés… aunque al cabo de un rato se dan cuenta de que se han equivocado de persona, al ver mis conocimientos anglófonos, y muchos se van. Sin embargo, así he podido ir hablando de la fe aquí y allá. Al principio me parecía bastante impertinente, pero ya me voy acostumbrando.
Es la costumbre local.
(continuará)

sábado, 10 de marzo de 2012

Una orquesta de tres centímetros en Carnegie Hall

Me la envía Manolo desde Puerto Rico, y suena así:
 

El regreso



Me escribe Javier un e-mail para aconsejarme que vuelva al tajo cuanto antes, porque las bajas laborales están cada vez más caras y hay que currarse el puesto para que no te manden al paro.
Haec ficus non cadet ―le contestó yo―.
O sea, que no caerá esa breva, por decirlo en romance. Y es que, como afirmó hace quince días el Cardenal de Madrid a un grupo de curas entre los que me encontraba, en el clero no hay paro que valga.
Así que he vuelto. Esta mañana leeremos la historia de otro que vuelve: el pasaje del hijo pródigo, que regresa a casa después de haber constatado que la dieta de algarrobas es sensiblemente peor que la de la casa paterna.
Siempre me ha conmovido comprobar que Dios no exige de su hijo un acto de contrición demasiado sobrenatural. Le basta con que experimentamos que no compensa vivir y comer como los cerdos. Claro que, cuando el chaval sintió el abrazo fuerte de su padre, olvidó las algarrobas, y su miserable arrepentimiento se transformó en dolor de amor.
Eso mismo nos ocurre a todos alguna vez (al menos, a mí) cuando acudimos a la confesión sólo porque toca o porque estamos tristes, y oímos las palabras del sacerdote, como un abrazo paterno:
Ego te absolvo a peccatis tuis… Yo te absuelvo de tus pecados.

jueves, 8 de marzo de 2012

La Primera Confesión

Esta mañana aparece en "Alfa y Omega" este breve artículo que me pidieron la semana pasada. Sigo en reparación hasta el finde, pero ya que ha salido en papel...


Me piden que explique con una anécdota cómo los niños más pequeños a veces consiguen que sus padres se acerquen de nuevo a Dios.
¿Una anécdota? Lo difícil es elegir entre las cien o doscientas que uno recuerda.
A punto de empezar la primavera, las niñas de 3º de Primaria, del colegio Aldeafuente, se preparaban llenas de entusiasmo para acercarse al sacramento de la Penitencia. Unos meses más tarde harían la Primera Comunión.
Pero una niña de esa edad aún no ha aprendido a ofender a Dios –dijo la mamá de Marta–.
Ojalá no apruebe nunca esa asignatura  –le contesté–. Pero lo importante es que ya sabe pedir perdón. Y cuando tú le perdonas, le encanta que le des un par de besos, ¿no? Pues exactamente eso será para ella la  primera Confesión.
Con el examen de conciencia, las niñas entraban en trepidación. Sabían muy bien que aquello no era un juego, pero, a los 7 años, jugar y vivir es lo mismo.
Yo tengo cuatro pecados, ¿y tú?
Yo nueve.
Jo.
Luego, en casa, hacían los deberes con papá y mamá.
Lo de los deberes me lo dijo otro padre, cuyo nombre no recuerdo.
Estos deberes son más difíciles que los otros. Ahora, mi hijo está empeñado en que hagamos juntos el examen de conciencia. Y luego, ya verás…
En efecto. Lo veía. No una vez, sino muchas, el primer penitente era papá o mamá.
 Ave María Purísima. Que me ha dicho la niña que yo también tengo que confesarme… Y han pasado tantos años… 
¡Si supierais cómo se palpa la gracia de Dios al otro lado del confesonario! 

domingo, 4 de marzo de 2012

Cerrado..., por unos días



No sé cuántos serán; pero esta vez sí que va en serio: el globo entra en boxes. Mi agenda está tan apretada y mi inspiración tan flácida que he tomado la decisión de echar el freno.
Ya lo escribí aquí alguna vez: aliquando bonus dormitat Homerus. Hasta Homero desfallece de vez en cuando. Que nadie se alarme, por tanto. Llevamos cinco años de travesía y ha llegado el momento de parar para recoger material, ordenarlo y mandarlo a la Editorial para que me lo publiquen en papel.
Volveré muy pronto. 

sábado, 3 de marzo de 2012

Desde Corea (I)


Al fin, don Andrés escribe desde Corea. Comienza su mensaje pidiendo mil perdones por la tardanza, pero, a continuación, la compensa con creces narrando un montón de anécdotas. Las iré reproduciendo aquí por partes para que nos acordemos de rezar por la labor apostólica de la Obra en aquel país.
Copio, pego, puntúo y sustituyo algunos nombres por iniciales.


Perdonad que haya tardado tanto en poner unas letras, pero los cursillos de coreano y una yunta de bueyes me han impedido poner unas letras. Paciencia. 
Hace unos pocos días he terminado el nivel 2 de coreano… por los pelos. Se ve que no puedo tener unos exámenes normales. Esta vez no podía ir a la recogida de notas porque me iba a Macao a una convivencia, y el profe me mandó un mensaje diciendo que tenía que repetir un examen. Quedamos en que lo haría el lunes por la mañana… contando con que estaba en Macao el fin de semana hasta el domingo por la noche. En fin, fue emocionante, aunque logré estudiar un poco en el avión, y con eso logramos salir adelante. Además, el día del examen estaba con un buen gripazo. De todos modos, tanto el examen como la gripe fueron providenciales, porque había quedado para tomar café con un estudiante de otra clase, un sirio musulmán. Como yo no estaba muy bien lo dejamos para la semana siguiente, y así pudimos hablar más.
Este viernes pasado estuvimos tomando pizza para comer, por supuesto sin carne, porque él no toma cerdo y estábamos en viernes de cuaresma. Fue una conversación muy buena. Me bombardeó a preguntas sobre Jesucristo, la Santísima Trinidad, y todas las cosas que no entiende del cristianismo. Cuando nos íbamos me dijo que se estaba pensando el bautizarse. Acordaos de encomendarle, por favor. Lo llamaremos B.  
También he conocido a C, “el leñador de Minessotta”. Tiene una historia divertida. A finales de enero tuvimos los exámenes parciales de coreano. La parte oral consiste en una entrevista “a muerte” con la profesora  durante quince minutos. Esperábamos nuestro turno para entrar, y dos minutos antes de que me tocara C me preguntó de dónde era. Al decir que de España, empezó a hacer gestos de sorpresa… Esa semana había visto una película sobre España, y estaba muy interesado en su historia, etc. Se le veía entusiasmado. Me contó la película. Trataba sobre el perdón. Le había impactado mucho y quería volver a verla. Me costó un poco adivinar que hablaba de “There be dragons”, la que habla de San Josemaría. Le pregunté qué le parecía el sacerdote de la peli. Estaba impresionadísimo. Comenzamos a hablar y hablar… y me olvidé del examen. Me tuvieron que llamar la atención para que entrara. Quedamos en seguir hablando después.
A los dos días nos pudimos encontrar, y me contó más cosas. Es de Minessotta. Lo de “leñador” es por su complexión: bajito, ancho, con barba rubia tipo Abraham Lincoln, camisa a cuadros y gorro con pompón. Sólo le falta el hacha. Es protestante, presbiteriano y bastante abierto. Desde entonces, en los descansos, con alguna frecuencia, nos quedamos hablando en el descansillo. Estoy a la espera de poder comer con él esta semana o la próxima. Además, encontré por casualidad un documental sobre la famosa película y se la dejé.

Este próximo semestre estará en clases por la tarde y podremos quedar a comer.

(continuará)

viernes, 2 de marzo de 2012

De tacón

Hace unos días, un tal Cristiano Ronaldo, que, según mis noticias, juega en el Real Madrid, marcó un gol de tacón al poderoso Rayo Vallecano.
Los hagiógrafos del millonario en cuestión se pusieron insoportables, como puede verse en el primer vídeo.
Unos días antes, Toquero, un modesto jugador calvo del Athletic, hizo algo parecido. Naturalmente, todos dijeron que fue una cuestión de suerte. Aquí tenéis las dos jugadas. ¿Cuál os parece mejor? 





 

jueves, 1 de marzo de 2012

Hoy no es lunes

...pero tampoco esto es publicidad. Al menos eso creo. Vale la pena verlos a toda pantalla. Son realmente geniales.
 


La gota




“Si quieres ganarte a un adolescente, hazle ver que lo necesitas. Y no le mientas: procura que esa necesidad sea real” (Heinz Kloster).
Llego al cole un poco más tarde de lo habitual y encuentro a un grupo de chavales en el pasillo. También ellos han llegado con retraso y ahora esperan que el profe les deje entrar en clase.
─Necesito que alguien me ponga un par de gotas en el ojo. ¿Quién se anima?
─Yo es que voy a estudiar empresariales  ─responde uno de los chicos─.
─Yo, porfa ─interviene María─.  Eso se me da superbién.
Me siento en uno de los bancos y, ante la mirada de todo el grupo, la chica deja caer con gran precisión las dos gotas reglamentarias en mi ojo siniestro.
Media hora después la niña y yo charlamos en la capellanía de cuestiones más importantes.
─Es que con usted tengo más confianza…