domingo, 30 de septiembre de 2012

Magia potagia

Cuando vemos este tipo de cosas, siempre hay un sabiondo que dice: "no me parece que tenga mucho mérito. El truco está muy claro"

sábado, 29 de septiembre de 2012

Dudas de medianoche



“Lo último que uno sabe, es por donde empezar”.
Leo una vez más este pensamiento de Pascal y caigo en la cuenta de que, en efecto, es mi mayor problema.
He terminado de hacer el examen de conciencia y, como todas las noches, trato de poner a cero el contador de mi vida. Querría situarme en el primer kilómetro de este viaje, tan alegre y penoso, desprendiéndome para siempre de la carga de miserias, que la memoria alimenta cada día.
Hago el esfuerzo de olvidar lo que Dios perdonó y olvidó hace años.  Y, en medio de tantas dudas, digo, como me enseñó San Josemaría, nunc coepi!, ¡ahora comienzo!
Un segundo después comprendo que no basta con decirlo. ¿Por dónde empiezo? ¿Cuál debe ser la primera piedra del edificio? ¿Cuál de los cien agujeros de este barco debo tapar primero para no naufragar definitivamente?
Me acuesto pensando que, esta noche, Dios se ríe de mis inseguridades y titubeos. Y me viene el recuerdo de San Pedro, que llegó a caminar unos pasos sobre las aguas del mar, y sólo se hundió cuando recuperó la razón.

Alerta amarilla (II)


De acuerdo, no insistáis más; perdimos una excelente ocasión de estar calladitos. Pero conste que no me equivoqué yo: toda la culpa fue de Kloster, que le encanta meterse con los meteorólogos.

Tres milagros informáticos

San Gabriel, Arcángel Patrono de Internet (junto con San Isidoro de Sevilla), me ha realizado esta misma mañana tres milagros increíbles.
Resulta que la tarjeta SIM del IPad llevaba fallando desde hace tres días más que una escopeta de feria. Como no lograba resolver el problema con mis pobres medios, he llamado al teléfono gratuito de atención al cliente de Vodafone. Es bien sabido que, antes de marcar ese número, conviene encomendarse a todos los santos y tomar un ansiolítico fuerte para no perder los nervios a mitad de la consulta. Esta vez no ha hecho falta: he invocado a San Gabriel e inmediatamente un amable colombiano llamado Mario me ha atendido con sabiduría y celeridad; me ha recomendado que pida un duplicado de la tarjeta y me ha indicado la tienda más próxima donde podría conseguirlo. Primer milagro.
He cogido el coche y "he bajado" a Madrid. (Otro día hablaré sobre este verbo). La tienda no estaba cerca (en Madrid todo está lejos), pero apenas había tráfico por la Avenida de la Albufera y he llegado en diez minutos. La calle --una de las más comerciales del Barrio de Salamanca-- hervía de gentes con paraguas y automóviles en doble fila. 
Increíble: frente a la tienda había un sitio libre para aparcar. Segundo milagro.
Entré en el establecimiento, que casi siempre está abarrotado de público, ¡y no había nadie! Tercer y definitivo milagro.
--¿Qué ocurre? --pregunté--. ¿Hoy no vienen clientes?
--Estábamos a tope hasta hace un  momento, pero ya ve... ¿Qué deseaba?

Cinco minutos después una peruana encantadora me había hecho un duplicado de la tarjeta, no sin darme saludables consejos informáticos.

Aclaración: Me pregunta Kloster que de dónde me he sacado que San Gabriel es Patrono de Internet. La respuesta es obvia: El Arcángel Gabriel es el que lleva a María el mensaje más importante de la historia. Unos meses antes también anunció a Zacarias el nacimiento de San Juan. ¿No es lógico que ahora controle los chats, los sms y los wachaps? Yo, al menos, le tengo encomendada esa tarea.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Alerta amarilla



La Agencia Estatal de Meteorología nos pinta de amarillo el mapa de España porque llueve.
¿No quedamos en que hacía tanta falta, que el campo estaba triste y seco? Es cierto que cae agua y con entusiasmo, pero tampoco es para ponerse así. Esto no es un ciclón; ni siquiera una tormenta tropical. El aire está en calma y la lluvia cae en vertical  sobre nuestras cabezas. ¿Se puede saber, entonces, por qué hemos de estar alerta?
Me dice Kloster que es una forma de curarse en salud. Si se cae un árbol y aplasta a un ancianito, sus deudos no tiene derecho a reclamar: ya nos habían advertido. Y si un niño se ahoga en un charco, si se nos inunda el sótano o contraemos la gripe A, la culpa es nuestra y no de nuestros amados gobernantes.
Claro que, con ese modo de pensar, podríamos declarar en alerta permanente a toda la Unión Europea. Así nadie pedirá cuentas a los Estados si nos atropella un coche, nos abraza un oso o nos sube la prima de riesgo.
―Eres un terrorista, querido Kloster.
―No, colega. La lluvia de hoy es benéfica: cura la ansiedad, hidrata la piel, llena los acuíferos, apaga los incendios… Sólo hay una circunstancia que justifica la declaración de alerta amarilla.
―Tú dirás…
―Pueden robarte el paraguas. ¿No es eso lo que te ha ocurrido?
―Seguro que lo devuelven al paragüero donde estaba.
―Seguro; en cuanto regrese la sequía. 

Primer desengaño



―¿Cuántos años tienes?
―Voy a cumplir trece.
No estudia aquí, pero charlamos en el jardín de Tajamar porque su madre se ha empeñado en que me cuente un problema "muy gordo" que tiene. El chaval parece dispuesto a hacerlo.
―Es que me gusta una chica…
―¿Sólo una?
Casi sonríe, pero enseguida se pone serio otra vez.
―Sí. Pero es mayor.
―¿Cómo de mayor?
―Tiene dieciséis años.
―¿Y se lo has dicho ya?
―Sí, pero ella se lo ha tomado a coña y se lo va contando a todas sus amigas.
―¿Y qué podemos hacer?
―Yo quiero cambiar de colegio o si no, morirme. Ya me da lo mismo.
―Y de notas, ¿qué tal?
―Muy bien. Soy inteligente.
Lo ha dicho con el mismo tono, pero me me ha mirado de reojo para ver mi reacción. Sí que es listo el chaval. Hemos charlado de mil cosas y ya no quiere morirse. Seguirá en el mismo cole porque es lo que le conviene y además hay que ser valiente, no salir corriendo.
―¿De acuerdo? 
―Sí, pero es que me sigue gustando.


jueves, 27 de septiembre de 2012

Guille mejora



El pasado 19 de junio publiqué aquí una breve entrada pidiéndoos oraciones para Guille, un niño con Leucemia. Hace unas horas, su madre ha añadido un comentario a aquel post, que casi nadie leerá porque queda un poco lejos. Por eso lo reproduzco ahora. 



El resultado de la última punción de médula ósea de Guille es muy bueno, está en remisión completa. Eso quiere decir que el tratamiento esta funcionando muy bien. No significa necesariamente que esté curado (quizás sí) pero sí que el tratamiento que está recibiendo está siendo eficaz. Tendrá que seguir con el protocolo, este mes es mas pesado, está mas cansado y nervioso pero las noticias son muy, muy, buenas. Al final de esta fase le harán otra punción para asegurarse de que sigue respondiendo. Muchas gracias a todos.

La parte triste es que nos hemos enterado que una niña de tres años, que invitó a Guille a palomitas en nuestra primera semana en el hospital, ha fallecido de su cancer cerebral.  A los padres de un bebe que lleva meses sin salir del hospital por una leucemia diagnosticada al nacer) los médicos les acaban de decir que no pueden hacer nada mas por el. Por favor rezard por ellos y por sus padres. 


Un libro de Carmen Monasterio



En los últimos años el interés por Blaise Pascal ha crecido notablemente en toda Europa. Su extraordinaria y poliédrica personalidad, su talento literario, sus intuiciones geniales, su conversión al catolicismo en un momento histórico tan singular y la hondura de su pensamiento filosófico y teológico han atraído la atención de autores como Eugenio D’Ors, Unamuno, Zubiri, etc.
Carmen Monasterio, doctora en Filosofía y en Teología, aborda en su libro (*) el pensamiento filosófico de este autor. El título me ha traído a la mente uno de los pensamientos más citados de Pascal: “el hombre supera infinitamente al hombre”. Quizá también su filosofía supere y trascienda a la simple filosofía.
La joven autora me dirá si he la he interpretado bien.  

(*) Carmen Monasterio. "Pascal, una filosofía que se trasciende a sí misma", Eunsa. Pamplona 2012. 


miércoles, 26 de septiembre de 2012

El Búho responde


―Dime, pasmado filólogo del crepúsculo, ¿por qué tu dueño y señor aborrece las frases tópicas que todos empleamos con tanta soltura?
―Respóndeme tú antes, pedazo de ignorante: si tuvieses que construir una catedral, ¿qué material emplearías?
―Piedra, por supuesto. Las catedrales han de ser de piedra.
―¿Y no sería mejor, más rápido y más práctico, utilizar grandes bloques prefabricados de hormigón?
―No. Esos bloques están muy bien para hacer viviendas sencillas: se ahorra tiempo y dinero, y aunque al final el resultado sea pobre, compensa. Con seis u ocho bloques se pueden poner las paredes de un salón, pero una catedral no. Una catedral necesita piedras labradas de distintos tamaños. Y cuanto más pequeñas más fácil resulta combinarlas para lograr los efectos artísticos que uno busca.
―Eso es exactamente, amigo Kloster, lo que ocurre con la lengua. Las llamadas "frases hechas" se parecen a esos grandes bloques; son expresiones-comodín muy útiles para discursos baratos de políticos y charlatanes de medio pelo; pero su uso y abuso privan al lenguaje de toda su originalidad y frescura, y lo hacen impreciso, opaco, plomizo… Por eso son tan aburridos la mayoría de los políticos y también buena parte de los predicadores.
―Entonces, ¿qué sugieres?
―Que hablemos con palabras frescas, a granel, no enlatadas ni congeladas. Los “te cuento”, “sí o sí”, “la copa de un pino”, “los países de nuestro entorno”, “los-cuerpos-y-fuerzas-de-seguridad-del-Estado” , “se puede decir más alto, pero no más claro” y los otros cien mil dichos semejantes que vuelan por ahí son capaces de adormecer a un búho como yo.
―Ya. Aburren a las ovejas…
―Ya has soltado una frase hecha que no significa nada. ¡Habla con palabras, amigo Kloster! Las palabras son los ladrillos con los que se construyen los grandes edificios literarios. El castellano es demasiado rico para reducirlo a doscientas frases de hormigón armado.
―Entonces, ¿seguirás con la sección de frases tontas?
―En efecto. Seguiré burlándome de los locutores, y charlatanes de todas las especies, sean civiles o sagrados.

martes, 25 de septiembre de 2012

El poder de la oración

¿Os acordáis de los supermicrovídeos de Alfonso Sanz? Desde hace un par de años vivimos muy separados: él en Las Tablas, en el extremo Norte de Madrid; yo, en Vallecas, al Sureste de la Ciudad. Sin embargo don Alfonso no se olvida del globo y una vez más viene en mi auxilio con este estupendo vídeo. 
 

El Serantes en erupción



No tuve tiempo de despedirme del Serantes. Casi ni lo miré. Hacía tanto calor en mi tierra que apenas salí de casa. Ahora Toni me envía esta foto. Mi montaña mágica juega a ser volcán.
Decía Gracián que el hombre, “para ser del todo perfecto, necesitaría tener una chimenea en la coronilla por donde se pudiesen exhalar los muchos humos que continuamente están evaporando del cerebro; y esto mucho más en la vejez.”
¿Se estará haciendo viejo el Serantes y por eso tienen tantos humos? Tal vez es sólo que está enfadado conmigo y quiere llamar la atención.





[1] cfr. El Criticón. Ed. Cátedra, Madrid, 1984, pág. 679.

Recortes


lunes, 24 de septiembre de 2012

Problemas con el reloj


Alguien habrá notado que ayer puse un reloj en el globo y hoy lo he suprimido definitivamente. 
Por alguna misteriosa razón, los relojes que pongo en la columna de la derecha se ven la mar de bien en un ordenador normal, pero no en los dispositivos móviles tipo IPad.
En mi IPad, y supongo que en todos los demás, se agranda desmesuradamente ocupando media pantalla.
Si alguien sabe cómo resolver el problema que me lo diga. Yo no voy a dedicar un minuto más al relojito.

El anuncio del lunes (II)

Tampoco es malo este anuncio. Sólo con palabras y un poco de imaginación la Editorial Mondadori se gana al espectador. A uno le entran ganas de leer más.

El anuncio del lunes

Me lo envía Begoña. Es un anuncio contagioso. ¡Perfecto!

domingo, 23 de septiembre de 2012

Sin coches


 Sin coches. Al fondo, el Puente colgante
Desde Gaztelueta a la casa de mi madre hay menos de dos kilómetros, pero esta mañana el trayecto se me ha complicado. Cada vez que intentaba torcer en la dirección justa, aparecía una barrera y un policía lleno de autoridad que me mandaba continuar en dirección a la Ría. Al fin me detuve y pregunté:
―¿Qué ocurre? ¿Está cortada la Calle Mayor?
―Sí.
―¿Cómo puedo pasar?
―No puedes…
―¿No?
―No. Coches. 
El laconismo propio de la tierra empezó a ponerme nervioso. Hay que tener en cuenta que eran las 9 de la mañana de un domingo de bochorno, sin más tráfico que el de alguna furgoneta de reparto. Así que el poli podía haber dado alguna explicación más.
―Ya. ¿Y más adelante…?
―No.
Al fin logré colarme aprovechando la distracción de una agente, y ya en mi destino regresé caminando hacia la zona cerrada para comprar el pan y la prensa. Una policía jovencita me sonrió amablemente:
―Hoy es el día sin coches. O sea que no se puede circular por el centro. De esta forma disminuye la contaminación y se lucha contra el cambio climático. Hay que ser solidarios, caballero.
Palabra de honor que eso fue solo la introducción. El resto de la conferencia os la ahorro.
―Tú no eres de aquí, ¿verdad? ―le pregunté―.
―¿Cómo sabes?
Esta vez el acento de Bilbao parecía casi auténtico.

101 años



Hoy, también en el cielo, es el cumpleaños de mi padre. Nació el 23 de septiembre de 1911 y recibió el bautismo en Lejona siete días después. El 13 de mayo de 1939, apenas terminada la guerra civil, contrajo matrimonio con Marita.
Fue abogado, intendente mercantil y capitán de aviación en la posguerra. Construyó todo un pueblo chalet a chalet, y lo llamó "Negurigane", nombre que se conserva hasta hoy. Estoy seguro de que algún día, cuando se nos pase el sarampión de la amnesia histórica, habrá al menos una calle y una placa con su nombre.
Tuvo 8 hijos y un montón de nietos; pero no toleró que le llamaran abuelo. Fue un padre exigente y cariñoso, con una personalidad arrolladora; buen cristiano  y hombre de una pieza. Falleció el 17 de octubre de 1985. Desde ese día le he encomendado al Señor cada mañana en la Santa Misa. Sé que no lo necesita, pero a él, y a mi madre, les debo el 90 por ciento de mi vocación.

sábado, 22 de septiembre de 2012

La llave de Adaldrida



Rocío Arana ―nuestra Adaldrida en la blogosfera―, sevillana, filóloga, calderoniana del Athletic de Bilbao y poeta, sobre todo poeta, tiene ya a punto “La llave dorada”, su nuevo poemario.
Rocío, que convirtió a Pamplona en “Pampaluna” cuando era estudiante, ahora escribe desde La Rioja, donde trabaja como profesora en la universidad.
Conozco bien a Rocío a pesar de que no nos hemos visto nunca. Entramos en contacto hace cinco años cuando ella abordo mi globo y yo el suyo. Desde entonces, poema a poema, verso a verso, confidencia a confidencia, la he seguido hasta aquí. Su librito “Pampaluna” viaja conmigo en la mochila y “La llave dorada”, en el IPad con el que ahora escribo.
Alguien dijo que en España hay más poetas que lectores de poesía. No es cierto: tenemos infinitos artesanos de versos ―yo mismo los fabrico por docenas― pero ser poeta es otra cosa. Rocío lo es y ella lo sabe.
He leído y releído varias veces esa llave dorada que acaba de enviarme y sólo puedo decir que me gusta mucho. No soy objetivo porque creo adivinar lo que hay al otro lado de cada verso: las penas y alegrías que la poeta me confió y que ahora han florecido convertidas en música, en color, en poema.
Así comienza La Llave dorada:

Junio

Acuérdate, Rocío,
de cómo sonreían las estrellas.
Recuerda cómo todo su poder
se derramaba en un minuto oscuro,
tristemente feliz, diciendo "nunca",
pero de qué manera tan hermosa.



viernes, 21 de septiembre de 2012

Festividad de San Mateo


“En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme." Él se levantó y lo siguió” (Mateo 9, 9).

Si me hubiese solicitado un préstamo como hacían tantos, se lo habría negado. Si me hubiera pedido una parte de mis beneficios, me habría reído en su cara. Pero Él lo quería todo, y no encontré razones para resistirme. Darlo todo siempre es lo más fácil.

jueves, 20 de septiembre de 2012

La pecadora *





San Lucas no reveló mi nombre, sólo mi oficio. Toda mi vida cabía en aquel frasco de alabastro que me regaló un cliente cuando todavía era joven y hermosa.
También el perfume era una joya, y más valiosa que un collar de esmeraldas. Lo elaboró el mejor perfumero de Israel con esencias traídas del Oriente lejano. Pagué por él todos mis ahorros. Mi dinero sucio, mi sueldo nauseabundo, se hizo aroma y fragancia para seguir atrayendo a los hombres.
Mi vida entera se encerraba en el joyero de alabastro. Quería salir de aquella prisión, pero sabía que tendría romper el envase, soltar los grilletes que me sujetaban.
Cuando llegó Jesús no tuve dudas. Corrí a la casa de Simón y vacié el perfume a los pies de mi Amor.
―Aquí tienes, Señor, mi vida entera, mi triste oficio. Sólo puedo ofrecerte lo que soy; un río de miserias. Cada gota de este perfume lleva el aroma de Satanás.
Se te perdonan muchos pecados porque has amado mucho.
Desde aquel día soy de nuevo una adolescente, limpia y hermosa como una flor surgida del estiércol.
* Del Evangelio de la Misa de hoy.

Las extrañas cualidades de la copa de un pino







No hay que preocuparse: leo en el diario deportivo Marca que aunque Ronaldo esté triste, se entregará a tope en el campo, porque es un futbolista “como la copa de un pino”. Lo mismito que José Mata, que se juega la vida delante de los toros pero sabe bien lo que hace porque es un matador “como la copa de un pino”.
Idéntica metáfora forestal ha merecido esta mañana en la radio el sustituto de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid y el técnico de sonido de la cadena de radio. Ambos, aunque se ocupen de tareas muy diferentes y distantes, son unos profesionales “como la copa de un pino”.
Lamentablemente no tengo a mano en este momento un buen bosque de pinos para observar con detenimiento las tan mentadas copas; pero pronto iré a Molinoviejo, donde los pinos de Valsain se ponen de puntillas para desafiar a las nubes, y les echaré una ojeada. Tal vez me revelen su secreto.
En todo caso, no cabe duda de que las copas de los pinos tienen extrañas cualidades que no se dan en ninguna otra especie arbórea. A nadie se le ha ocurrido, por ejemplo, comparar la profesionalidad de Mesi o la del Ministro de agricultura con la dulzura de la chirimoya o con la frondosidad vertical de la sequoia. No, tiene que ser precisamente “la copa de un pino”.
A estas horas de la noche no estoy en condiciones de seguir reflexionando sobre la cuestión. Tal vez algún globero sepa explicarme el porqué de esta pertinaz metáfora.
Entre tanto, queda prohibida en el globo la mencionada expresión. He dicho.
 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Noticias de Sudáfrica




Don Manuel Martínez, ese sacerdote que veis a la izquierda, lleva un mes en Sudáfrica y me envía noticias para que las cuelgue en el globo.

Don Manuel, que tiene la desfachatez de tratarme de usted para recordarme que él es mucho más joven a pesar de su esplendorosa minuspelidez, comienza su mensaje diciendo que
“lo prometido es deuda y después de dejar pasar poco más de un mes en Sudáfrica para poder contar algo, le pongo unas líneas desde esta parte del mundo. Ya se encargará usted de hacer los filtros necesarios si quiere publicar algo en su blog”.
¿Filtros? Espero que no, querido Manu. Supongo que, cuando pasen unos meses, se te colará algún anglicismo. El resto, al globo, para que los navegantes encomienden la labor de la Obra en aquel país.
Aquí se está muy bien. Es todo bastante occidental, aunque los preciosos árboles de las avenidas gozan de una exuberancia poco vista en Europa. ¡Y la luz! Mucha luz a pesar de que estamos en invierno. Aquí se pasa verdadero frío. Un día antes de mi llegada, nevó.
Por lo demás, estamos, luchando con el inglés, porque me han puesto a trabajar de inmediato. Desde el principio, meditaciones, misas en la parroquia, homilías varias. Incluso he predicado un curso de retiro para universitarios. ¡Fue duro!
Dicen que lo mejor es empezar cuanto antes para quitarse pronto el miedo. Me cuesta un poco entenderlo todo, lo cual es importante para las confesiones (entiendo lo necesario, desde luego). He ido varias veces a la Parroquia que tenemos aquí también para celebrar Misa, a veces también la de la comunidad italiana. Fue divertido, por ejemplo, celebrar la misa de l’Assunta. El que me ayudó, aún mantiene un fuerte acento romano.
En el centro de la Obra, todavía no hay muchos chicos en la labor. Hay que tener en cuenta que estuvimos cerrados por obras y ahora recuperamos el ritmo poco a poco.
Este próximo sábado tendremos un día de convivencia con algunos chicos que se están preparando para la Confirmación, y dentro de veinte días, barbacoa con otros chicos de secundaria amigos de los que ya vienen habitualmente por Westridge (así se llama el Centro).
Dentro poco recomenzamos las actividades del club, porque en diciembre habrá un campamento junto con los de Pretoria y queremos llevar un buen grupo. 
Le envío una foto de mi proceso de integración. Estábamos de excursión ―por eso no llevo el alzacuellos― y la serpiente que me colgaron al hombro es inofensiva. Yo me decidí a subírmela a la chepa después de ver cómo algunos niños se peleaban por posar con semejante monstruo.
Por favor, rece y diga a otros que recen un poco por las cosas de aquí, y, personalmente, para que reciba pronto el don de lenguas... Entiendo, pero me gustaría entender mejor y también hablar con más incisividad! Todo se andará. Un fuerte abrazo,




Más papeles viejos


―Como dijo Eugenio D’ors, “lo que no es tradición es plagio”.
―¿A qué viene eso ahora, amigo Kloster?
―Llevas hora y media ordenando apuntes, rompiendo viejos papeles, repasando guiones que elaboraste hace veinte o treinta años.  Ya lo hiciste una vez hace dos años y todavía acumulas toneladas. El más antiguo es ése que tienes ahora mismo en la mano; es un largo esquema para predicar sobre la Virgen y lo redactaste en mayo de 1972.
―De acuerdo, y qué.
―Que, como puedes comprobar, desde entonces no has tenido una sola idea nueva. Todo eso tan original que pensabas ayer mismo y volviste a poner por escrito en un guión es sólo un refrito de hace cuarenta años.
―Mejor un “remake”; suena más moderno. Todo es tradición.
―Refrito, colega, refrito: te plagias a ti mismo. Si al menos te sirviera para ser humilde...

martes, 18 de septiembre de 2012

Te cuento




―¿Qué tal, Pepe; cómo te fueron las vacaciones?
―Mire, don Enrique, le cuento…
La moda del “te cuento, te comento, te explico” es ya vieja. Tengo para mí que, como tantas otras frases redundantes, nació en la radio cuando comenzaron a intervenir los oyentes en las tertulias.
―Dígame, señora, ¿cómo ve usted el problema de la prima de riesgo?
―Muy fácil. Mira, te comento: mi marido, que trabaja en la construcción…
El “te cuento” equivale a una amenaza. El hablante anuncia que no se va a contentar con una respuesta breve. Sería algo así como un “te vas a enterar”.
Hace cien años los oradores de campanillas solían terminar sus discursos con un “he dicho”, dos palabras rotundas que, en realidad, no significan nada. El disertante sólo dejaba constancia de ya no pensaba añadir nada más y que, por tanto, estaba listo para recibir los enfervorizados aplausos de sus oyentes.
El “te cuento” es tan superfluo como el “he dicho” pero aún más tonto. ¿Os imagináis que mañana comenzara la homilía de la Misa con un “os cuento”?
Esa expresión queda prohibida en el globo.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Otro anuncio para el lunes

Amena vuelve al mercado de los móviles con las ofertas más baratas. Aseguran que este spot no saldrá nunca en televisión. No me gusta mucho el mensaje de "sin limites ni compromisos" representado en una pareja voladora parecen amarse así, sin ataduras. Por lo demás, el anuncio está bien. Y la música es evocadora.

El anuncio del lunes (por la tarde)

Casi me olvido de que hoy toca publicidad. Este anuncio no está mal, y es realista:

A mi odiador predilecto


Un anónimo faltón e impertinente, a quien creo conocer, escribe el siguiente comentario a mi entrada de ayer:
“Después de la boda”. ¿Se puede saber de qué boda habla? En el fondo me importa un comino (*). Déjese de idioteces (*) y hable por una vez de los recortes de la derecha, del paro, y del sinvergüenza(*) de… …”
Y sigue. Al parecer mi pertinaz odiador se enfada muchísimo cada vez que entra en el globo. Y da la impresión de que lo consulta cada día, precisamente a las 11 de la mañana (debe ser en la pausa del cafelito). A esa hora escribe sus comentarios, y yo los elimino sistemáticamente, no por gusto, sino porque parece incapaz de opinar sin insultar a alguien.
No le voy a recomendar que cambie de globo; me encanta que tenerlo aquí. Lo echaría de menos si se fuera. Hoy, además, puedo contestar a su primera pregunta. Me refería a la boda de Ignacio y Graciela, que tuvo lugar en el Castillo del Rincón, en Aldea del Fresno. A ver si un día de estos cuelgo una buena foto y comento algo.
Por lo demás, no insistas. A mí también me preocupa la crisis y el paro. Ignoro si determinados recortes son necesarios o no. Veo cada día a personas que están sufriendo en carne propia la pobreza y la desesperanza, y rezo y hago rezar para que, cuanto antes, empecemos a salir del hoyo. Haz tú lo mismo y vocifera si quieres, pero en otra dirección y procurando que tus gritos sirvan para algo.
(*) Como bien suponéis, ni “comino” ni “idioteces” ni "sinvergüenza". Mi odiador emplea substantivos más rotundos y groseros que uno también sabe manejar con soltura, pero prefiere reservarlos para ocasiones más solemnes. 

domingo, 16 de septiembre de 2012

Después de la boda




Uno de los invitados más jóvenes se acerca para hablarme de la homilía, en la que comenté la parábola del “tesoro escondido en el campo”.
―Para un cura esto debe ser una pasada, ¿no?
―¿Por qué?
―Quiero decir que…, tanta gente, tanta niña mona, tantos invitados… No sé. ¿Compensa ser cura? Es que en el sermón ha dicho cosas muy alegres y divertidas…
―Y piensas que debería haberme puesto serio y solemne, ¿no es eso?
―¡No, no! Bueno; lo que quiero saber es si usted se lo pasa bien de verdad.
―¿Y tú? ¿Cómo te lo pasas? ¿Has encontrado ya tu tesoro?
―No. Por eso lo digo…
Seguiremos hablando.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Rompeolas, otra vez


 La Plaza de Colón en la jornada de la familia
Antonio Machado escribió aquellos versos tan citados por medio mundo, tal vez porque se trata de un poema de guerra:
 
¡Madrid, Madrid; qué bien tu nombre suena,
rompeolas de todas las Españas!
La tierra se desgarra, el cielo truena,
tú sonríes con plomo en las entrañas.
 
Hoy Madrid se convierte en el manifestódromo de todas las reivindicaciones. Llegarán de los cuatro puntos cardinales en miles de autobuses para concentrarse ante Cristóbal Colón, en la plaza que lleva su nombre. Dicen que serán millón y medio.
A los vecinos de la Villa y Corte nos toca sonreír y aguantar la marea. Seremos rompeolas una vez más. Los bares no; ellos harán su agosto.
Creo que hoy no escribiré más. Salgo de casa dentro de diez minutos (sin casco) y regresaré bien entrada la noche.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Un día lleno

La fiesta de la Santa Cruz ha sido tan densa de alegrías que no me atrevo a decir nada. Es arriesgado escribir cuando las emociones laten a flor de piel.
Los motivos de agradecimiento son demasiados y tan concretos que si hiciera una lista, desbordaría los límites del globo.
Sí puedo decir que he terminado el día dando gracias a Dios porque ha dado a muchos hombres y mujeres un corazón magnánimo. 
He escrito muchas veces que es grande ser cura. Hoy añado que la entrega del sacerdote a los demás, por amor a Dios, es el mayor negocio del mundo. ¡Qué bien pagado se siente uno cuando ve la respuesta generosa de esa buena gente que nos pagan dando su corazón entero!

"Sí o sí"





―España debe ganar a Georgia sí o sí.
―El gobierno tiene que dialogar con los Sindicatos, sí o sí.
Son sólo dos ejemplos reales y me da pereza buscar más. Están por todas partes desde hace un par de años. Ya se sabe, cuando una frase boba se pone de moda, arrasa.
¿Quién habrá sido el inventor? Hay que procesarlo cuanto antes, sí o sí.
¿Acabaremos diciendo también “no o no”? 

jueves, 13 de septiembre de 2012

Hace un año...


 Con Iker y Javi
Mañana, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, se cumple el primer aniversario del fallecimiento de mi hermana Amalia (Picu). Fue una muerte inesperada, aunque no repentina. Dios nuestro Señor le concedió algunos días para que preparara su viaje al Cielo.
Hoy agradezco al Señor que todos pudiésemos estar a su lado en aquel trance.
En la misa de exequias leímos aquel texto precioso del Libro de la Sabiduría:
La vida de los justos está en manos de Dios y no los tocará el tormento. La gente insensata pensaba que morían, consideraba su tránsito como una desgracia, su partida de entre nosotros, como una destrucción; pero ellos están en paz. La gente pensaba que eran castigados, pero ellos esperaban seguros la inmortalidad. Sufrieron un poco, recibirán grandes favores, porque Dios los puso a prueba, y los halló dignos de sí: los probó como oro en crisol, los recibió como sacrificio de holocausto. El día de la cuenta resplandecerán ellos como chispas que prenden por un cañaveral.
Así ocurrió con Picu. Sufrió un poco y el Señor nos asoció a su dolor. Hoy pienso en ella y me la imagino resplandeciente, como una chispa enamorada en la presencia de Dios, aguardando la resurrección final.
Mañana celebraré la Misa de la Santa Cruz por su eterno descanso. Acompañadme. Las cruces de madera negra que hay en todos los oratorios de la Obra se han llenado de flores rojas en la víspera de su fiesta. Yo he subido a Molinoviejo y, al salir del oratorio, he robado una de esas flores.
Picu, también abrazó la cruz al final de su vida y ha echado raíces en el Cielo.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

En busca de un título


Hoy he terminado de recopilar, corregir y ordenar los artículos que he publicado en "Mundo Cristiano" durante los últimos 6 años. La editorial piensa que vale la pena sacar un tercer volumen, después de "Pensar por libre" y "Un safari en el pasillo".
Así me ha quedado el índice:



Muchos de los títulos os sonarán, ya que salieron en el globo a lo largo de los últimos años. Pero os confieso que he andado de cabeza todo el día en busca de un título. En la Editorial le dan mucha importancia a este asunto. Quieren que recuerde algo a "pensar por libre" para que el lector comprenda que se trata de más de lo mismo. Pero insisten en que sea original.
Al fin, a las once de la noche, mientras hacía el examen de conciencia, lo he visto claro. Se titulará "Libre por pensar". Salvo que Kloster o alguno de vosotros tenga una idea mejor.
Si se os ocurre algo, decídmelo cuanto antes: esta misma semana lo mando a la editorial.