jueves, 15 de noviembre de 2012

Contesto a Paloma

Tiene 11 años y me consta que no se deja asesorar por su madre cuando escribe sus e-mails llenos de flores y pájaros de color de rosa. Ella tiene su propia personalidad y lee mi globo casi todos los findes. 
Me dice que le encantan los "articulitos" sobre la fe, pero que tendría que contar más anécdotas:
"Ya comprendo que este año es distinto --añade--. Te pasas el día encerrado hablando y hablando, y como no sales, seguro que estas superaburrido".
Por último me hace una pregunta muy pertinente: "¿te cansas de dar "menditaciones" o es divertido?" Y para aclarármelo más, añade: "debe ser guay no parar de decir cosas sin que nadie te interrumpa, pero tendrás que prepararlas muy bien para no aburrir a la gente".
Tienes razón, Paloma; me lo preparo todo la mar de bien, y, mientras hablo, no me canso nada, nada. Me gustaría pasarme el día contando cosas de Dios. Lo malo viene al final. Cuando regreso a mi habitación y veo las llamadas perdidas, abro el correo y me encuentro con tu precioso mensaje, me doy cuenta de que sí, estoy muy cansado, pero con un cansancio alegre, como el que tiene el que ha jugado un buen partido de tenis y encima ha ganado.
Claro que aquí no puedo saber cuál ha sido el resultado.





8 comentarios:

Anónimo dijo...

veo que es más eficaz mandarte un email que llamarte por teléfono, jejeje. A ver si vuelves por los Madriles.
Anónima

Enrique Monasterio dijo...

Sí, Mari Vega. Tienes razón

Cordelia dijo...

¿Se puede ganar por goleada al tenis?

Anónimo dijo...

Me encanta que hayas puesto mi mensaje.
Palo

Mercedes dijo...

Y cuando encuentra mensajes como ese ¿no engorda varios quilos de satisfacción? Y de paso varios litros de baba cayendo. A mí me pasaría.

David Beltrán dijo...

No es cierto que no sabe los resultados. Los ve en la confesión. Lo que más le envidio a los sacerdotes, es que están en primera línea viendo a Dios actuar en las almas. Yo lo he visto alguno vez y no he sentido alegría mayor.

David Beltrán dijo...

No es cierto que no vea los resultados. Los ve luego en la confesión. Lo que más le envidio a los sacerdotes es que en está en primera línea cuando Dios actúa en la almas.

Yo lo he visto alguna vez y no he tenido alegría más grande. Comprendo que sólo por eso valga la pena, ser sacerdote.

pacita dijo...

Que graciosa ! lo que yo veo es que vuelve cansado a la habitación ,pero siempre madruga mucho ,no sé ,no sé si descansa mucho