martes, 13 de noviembre de 2012

En el año de la fe (21)


Por nuestra causa fue crucificado;
(...) padeció y fue sepultado.


El autor de este comentario se llama José Tomás, como el torero. Acaba de enviármelo y yo lo he retocado un poco, sólo un poco. Lo justo para hacerlo aún más expresivo. La cerámica pertenece al Via Crucis del Colegio Aldeafuente, y es obra de José Alzuet.

Nos encontrábamos en clase de historia, cuando el profesor nos empezó a hablar de alguna antigua religión centroeuropea, sin mucho interés de nuestra parte. Pero al punto que dijo que el aquel Dios germano luchó en una batalla y murió, mi compañero pegó un respingo y me comentó:
--Qué ilógica esa religión; un Dios no puede morir".
Luego, tras un momento de silencio, giró la cabeza y miró un crucifijo.
Pienso que estamos demasiado acostumbrados a la idea de Jesús que padece y muere por nosotros. En cambio, si se trata de otra religión, nos parece inconcebible que un Dios muera.
Desde pequeños vemos a Jesús en la Cruz, y no nos percatamos de lo que significa; de su insoportable dolor: los clavos, la corona de espinas, los latigazos, y sobre todo, el sufrimiento por nuestros pecados. Estamos adormilados, y no pensamos en la angustia que tenía, del sufrimiento que llevó en su carne un Dios Omnipotente. Por eso decimos que padeció: sufrió, tuvo dolor, lloró, sangró y cayó bajo el peso de la Cruz, por nosotros. Por nosotros, que nada hemos hecho por Él. Todo ha sido por puro amor. Nosotros que le gritamos, le escupimos y le condenamos; pero somos salvados por Él. Ninguna otra religión puede decir eso. Ninguna religión del mundo puede decir que cuando los humanos se ríen de su Dios, Él responde "Padre, perdónalos, porque no saben lo hacen".
 

8 comentarios:

Antuán dijo...

No hay mucho que añadir, esta todo dicho, se reserva los puntos suspensivos para ¿murió? Un Dios que muere por nosotros que parecemos casi indiferentes a la escena. ¡que esto no es teatro! colegas. Hemos de corresponder decia me parece san Josemaria a ese amor de Jesús que pasa. Adiosle

Anónimo dijo...

Muchisimas gracias por publicar lo que le mandé Don Enrique. No me lo esperaba considerando lo tarde que lo mandé y la poca habilidad literaria que tengo.

Me gustaron los retoques. Lo dejó bastante mejor.

O. (claro que la letra perdió algo de anonimato ahora)

David Beltrán dijo...

Ayer hablaba con un compañero de la oficina que me decía que todas las religiones son iguales y que se las inventa el hombre. Yo le comentaba, ya sé que no es mío, que si se había pareado a pensar lo que significa que Dios mande a su hijo a morir en una cruz, que estamos demasiado acostumbrados a escucharlo. Puestos a inventarnos historias se me ocurren otras mucho mejores.

Saludos,
David

Cayo coco dijo...

El murió ,pero nosotros le matamos.El no quería morir y cuando le abandonó el espiritu un segundo antes de expirar,le preguntó a su padre porqué le había abandonado ,ya no podía más.No es un Dios de muerte,es un Dios de VIDA.

Anónimo dijo...

Buenísimo, no tengo nada que decir aparte de que el autor es un genio ;) yo creo que todos necesitábamos escuchar eso, porque ya nos malacostumbramos, gracias.
Saludos.
-A

Enrique G.-Simancas dijo...

Esta iniciativa del Credo está resultando genial. Yo he pegado todos los post en un sólo documento y se lo he entregado a mis hermanos y demás familia para que mañana, mientras me estirpan la vesícula, lean-recen con estas reflexiones tan fantásticas.

Rocky Balboa dijo...

Impresionada.
PD: Graciaaaaas por quitar las letritas, me estaba volviendo loca!!

Almudena dijo...

Me ha encantado. Muchas gracias