viernes, 29 de noviembre de 2013

En la oficina de empleo

Dicen que los brotes verdes; que va a salir el sol después de un largo invierno de crisis; que el túnel termina... Eso parecen cantar los protagonistas de este flash en una oficina de empleo de Madrid.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Hielo y estrellas


Ha vuelto la nieve a Molinoviejo y se ha ido a las pocas horas. En el jardín quedan algunas placas de hielo escondidas bajo las hojas del otoño. Vuelve a bajar el termómetro. Hoy hemos llegado a los 4 grados de máxima y todo hace pensar que esta noche se congelarán hasta las estrellas.
Son las 6,30 de la tarde y tengo un rato libre entre meditación y meditación. Me está costando predicar este curso de retiro. El oratorio es muy grande y, cuando hablo desde el presbiterio, apenas veo las caras de las asistentes. Noto su presencia a lo lejos, pero me gustaría poder mirarlas a los ojos y acompañarlas en la oración.
Luego, al margen del Sacramento de la Penitencia, hablo con cada una de forma más prolongada y voy cargando en la mochila historias, imágenes, penas, alegrías, miedos, esperanzas...
Intento encontrar las palabras justas para dar un consejo, pero quizá no sea tan importante.
―Me ha venido muy bien  lo que usted ha dicho antes en la meditación ―asegura una―.
Trato de recordar cuándo he dicho aquello. Y, sí, es posible que algo parecido haya salido de mi boca, pero es evidente que Dios habla a cada una en su idioma, consuela y cura las heridas con palabras prestadas por un cura que apenas sabe lo que dice.
Son las diez de la noche. Estoy solo en la casa antigua. El termómetro de mi ventana marca cero grados. Salgo al jardín con abrigo, bastón y prismáticos. La luna agoniza desde hace unos días. Hoy apenas nos enseña un borde menguante que pronto desaparecerá entre un racimo de estrellas temblorosas.
 

Noviembre




Oído en la radio:
―Durante la primera mitad de noviembre, la temperatura media en la Península fue muy superior a la normal. En cambio, durante la segunda mitad las temperaturas bajaron y han sido notablemente inferiores a las de otros años. Por tanto podemos afirmar que el mes de noviembre ha sido normal.
Para mí que noviembre ha sido un mes rarísimo; pero las estadísticas son así. ¿A qué os recuerda esta historia?
―Elemental, colega; a aquello que suele decirse: si un rico come dos pollos al día y un pobre no come ninguno, las estadística reflejarán que cada uno ha comido un pollo.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Sin la Virgen, me caigo



No me resisto a transcribir el e-mail que he recibido esta mañana. Me escribe Ana desde Málaga. Ya hable sobre Ana hace un montón de años en un artículo de Mundo Cristiano. Entonces dije lo siguiente:
Ana era una chica cordial, charlatana, entusiasta…, y me temo que un pelín desconfiada. Un día descubrí que, además de cantautora, también era poeta, y me enseñó unos papeles repletos de vida y sensibilidad.
—¿Qué vas a hacer cuando termines la carrera?, le pregunté.
—Yo lo que quiero es comprarme una ambulancia y recorrer Cádiz buscando enfermos.
Han pasado muchos años desde aquella conversación. Ana encontró su ambulancia y un buen copiloto con el que se casó hace tiempo. Hoy me entero además de que tiene un niño de casi tres años, que es el protagonista de esta anécdota:
Camino del cole, Jose me dice:
―Mama me he hecho pupa
―Vaya José
―Si , cuando estoy con la Virgen no me caigo pero si me suelto de la Virgen, me caigo.

Y tras semejante axioma de teología se queda mirando tan pancho por la ventana del coche.

martes, 26 de noviembre de 2013

Las historias (verídicas) de Goyo (I)



Ayer paseaba con un amigo mío por la calle Serrano. Íbamos hablando de la fe y de lo difícil que resulta a veces ver a Dios detrás de las personas y los acontecimientos.
―Mira, Goyo ―me decía―; hay cosas que son imposibles de creer. Es como si me dijeras que va a aparecer un elefante por la calle Serrano.
Apenas había terminado de decirlo cuando apareció un enorme pavo real posado encima de un coche. Ni él ni yo vimos de dónde había salido, pero el pavo real estaba allí. Nos quedamos atónitos. Es como si Dios nos dijera: "aquí estoy, aunque os cueste creerlo".

lunes, 25 de noviembre de 2013

El anuncio del lunes

En su último spot publicitario la legendaria marca “Anís del Mono” hace un interesante y documentado repaso por la historia de la bebida de Osborne. Para ello ha realizado un vídeo casi didáctico en el que a través de dibujos se van enlazando  imágenes que dan vida a Picasso, a Salvador Dalí, a Juan Gris… Y también aparecen rostros de Hollywood tan conocidos como Donnie Brasco o Johnny Depp.

Durante muchos años se ha especulado sobre la verdadera historia de Anís del Mono, el porqué del perfil adiamantado de la botella, etc. Ahora, en dos minutos, se aclaran todas las dudas y se resumen 143 años de historia, que ha sabido reflejar muy bien el ilustrador Wearbeard para la agencia DDB.


domingo, 24 de noviembre de 2013

Cristo es Rey




Algunos no soportan esta fiesta. Son los Herodes, Caifases y Pilatos de todas las épocas. Ellos temen que Cristo les desbanque de sus tronos de barro.
Pilatos se sintió aliviado cuando aquel reo, después de confesarse rey, añadió: “mi reino no es de este mundo”. Herodes tampoco sacó nada en limpio. Como Jesús ni siquiera le miró, acabó por pensar que estaba mal de la cabeza y lo devolvió a Pilatos. Caifás, mandándolo a la cruz, pensó que así evitaba un golpe de Estado. El César en cambio se habría puesto muy contento si se hubiese enterado de que el Mesías pagaba impuestos puntualmente y sostenía que “hay que dar al César lo que es del César”.
También dijo que hay que dar a Dios lo que es de Dios; pero a los poderosos de la tierra se les suele olvidar esta segunda parte.
En cierta ocasión el Señor habló con mucha claridad de su tarea como rey:

“Cuando venga el Hijo del Hombre en su gloria y acompañado de todos los ángeles, se sentará entonces en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las gentes; y separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.”
―Pero, para eso, aún falta mucho tiempo, ¿verdad?
―No sé, Kloster; no sé… 

sábado, 23 de noviembre de 2013

El Papa se confiesa

Eso es lo que dijo en la última audiencia; que el Papa pasa por el confesonario cada quince días. No es ninguna novedad; todos deberíamos hacerlo, pero hay que repetirlo con el salero que gasta Francisco. 

viernes, 22 de noviembre de 2013

...Y seguimos publicando


Esta vez en papel, una nueva colección de artículos publicados en Mundo Cristiano. Veo que ya lo ofrecen en Amazon y en la web de la Editorial Palabra. Yo, de momento, no he recibido ningún ejemplar. Estarán al caer.









Así de rarita ha quedado la portada. Me gusta, a pesar de que el pobre búho parece decir que lo siente, que él pasaba por aquí y le metieron en la foto a la fuerza.

Las historias de don Fernando (XV)




Un profesor de religión se prepara para un nuevo curso y, dado como están  los tiempos, decide empezar la primera clase diciendo:
―Yo soy ateo. ¿Quién es también ateo?
Los alumnos, no queriendo ser distintos, levantan la mano y la agitan con viveza, excepto una niña. El profesor le pregunta.
―Si no eres atea ¿qué eres tú?
―Yo soy cristiana.
―¿Por qué eres cristiana?
―Porque así lo he aprendido… Mi papá es cristiano, mi mamá es cristiana…y yo soy cristiana.
―¿Es esa la razón? Si tu padre fuera un tarado y tu madre también ¿tú qué serías?
―Yo… atea.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Otro libro

"9 días con la Virgen Inmaculada"

Este es el título de un librito que acabo de publicar sólo en formato digital. Puede adquirirse en Amazon al excesivo precio de 1 euro haciendo clic aquí

Resulta que en diciembre de 2009 publiqué aquí mismo "mi" Novena de la Inmaculada; lo que fui considerando en mi oración durante aquellos 9 días.
Vila, la increíble Vila, recopiló esos textos y me exigió que los publicara aparte, en un folleto. Ahora Alfonso ha pensado lo mismo y ha decidido sacarlos a la luz. Por último, Ricardo Regidor ha buceado en el globo y ha encontrado algo más que yo mismo había olvidado. Los dos han puesto manos a la obra y en menos de 24 horas han editado el e-book y lo han colgado en Amazon.
Ya sé que suena un tanto presuntuoso, pero a mí me gusta cómo ha quedado y pienso que puede ayudarnos a todos a vivir esta devoción mariana, la Novena de la Inmaculada, que comienza el próximo día 30.
Me dice Ricardo que la mejor forma de darlo a conocer es hacer elogios del libro (sin mentir demasiado) en la página de Amazon. De esta forma difundiremos también la devoción a la Virgen y, con los 30 centimos de beneficio que obtendré con la venta de cada libro, podré comprarme un yate para las vacaciones.

La plaza de los siete bares





La Plaza de la Iglesia, que está frente a Tajamar, no tiene nombre. El Ayuntamiento aún no ha decidido cómo llamarla a pesar de que está bien delimitada y es centro de reunión y de paseo para las gentes del barrio.
Cuando estoy en Madrid, salgo a caminar todas las mañanas y doy varias vueltas a la plaza. Así comprobé que tiene siete bares, a saber: La taberna, La Golondrina, El Pasaje, Casa Toni, San Isidro, El Rincón y Vianca.
“El Pasaje” es el local más moderno de todos; pero, como me dice un alcohólico nada anónimo de la zona, los mejores caracoles están en “Casa Toni”.
―Siéntate conmigo, cura. Te invito a unos caracoles.
―Otro día. Hoy ando con prisas.
La plaza de los siete bares tiene, además, dos peluquerías (de señoras y caballeros), una tienda de marcos, cristalería, farmacia, papelería, quiosco de prensa, un supermercado, un bazar chino, una academia de inglés, administración de lotería, clínica dental, frutería…
A las 11 de la mañana la plaza de los siete bares se llena de alumnos de Tajamar que vienen a comprar chuches en la papelería y a devorar unos bocadillos de metro y medio capaces de tumbar a un rinoceronte adulto.
Un chaval de dos metros discute apasionadamente con otro:
―Te lo digo yo, tío. Hay que estudiar chino, que es el idioma del futuro.
Me meto en la conversación (no tengo arreglo) y hasta me ofrecen una patata frita comprada en el chino.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Ni Dios… (II)






No me esperaba una reacción tan masiva a mi breve entrada de ayer. Fue solo un desahogo mañanero ante la reiteración de una frase estúpida e irreverente que se ha puesto de moda.
Desde luego no se trata de una blasfemia. Si lo fuese, no me habría atrevido a escribirla aquí con todas las letras ni siquiera para repudiarla. Tampoco “mando al infierno”, como dice uno de mis más queridos odiadores, a todos los que la corean.
Ojalá fuese yo capaz de liderar una cruzada ―como ironiza ese mismo amigo― contra “el derecho a blasfemar” (sic). Si con este post de hoy evitase una sola blasfemia, me daría con un canto en los dientes; pero me temo que no es tan sencillo.
―Es que se me escapan ―me dijo hace años una niña encantadora de primero de bachillerato―.
La tranquilicé explicándole que es difícil desarraigar un hábito adquirido. Es natural que la fuerza de la costumbre a veces se imponga a la voluntad.
―Sin embargo, si tienes ese hábito es porque te lo has currao durante mucho tiempo. Por tanto, cada vez que “se te escape” una blasfemia o algo semejante, no estaría mal que dijeras por lo bajo una jaculatoria para desagraviar al Señor y para pedirle perdón por las veces que dijiste eso mismo con plena conciencia.