domingo, 23 de noviembre de 2014

Asesinatos

Acabo de regresar a Madrid y aún tengo que leer más de un centenar de e-mails. El primero es éste. No sé quién me lo envía ni estoy en condiciones de juzgar el texto desde el punto de vista literario. Lo he leído deprisa y, al acabar he dicho "amén".



SÉ que me la juego por escribir esto


Estoy por declararme en huelga de escritura.
La tinta se pone más de luto que de ordinario.
No escribe: se desangra. La tristeza
y el temblor apenas me dejan enhebrar palabras
con un mínimo de aliento y de soltura.

Una millonada de abortos anuales
no me dejan respirar con normalidad la brisa,
y envenenan la esperanza de cualquiera.
Una Segunda Guerra Mundial cada año. Un exterminio
estalinista cada año. O nazi o camboyano o…

Las tinieblas se extienden por las almas
(cuesta creer que todavía siga siendo azul
el cielo cada mañana),
y esa negrura cala en la tierra, y en las avenidas.

Y en esta noche oscura de la Humanidad
contemplo las estrellas con más ahínco
y advierto las lágrimas de Dios.
La vida mutilada, asesinada sin paliativos.

Nuestra civilización, tal y como la conocemos,
agoniza, niño a niño, miembro a miembro.
El corazón del hombre planifica la muerte,
pero ya ni siquiera es por odio. Es obsceno negocio
camuflado en un millón de trápalas y eufemismos.

Y morimos todos con esas criaturas
descuartizadas como animales,
con el alma abierta en canal. Tiran sus vidas
-la Vida- a la basura, como si nada,
como si fueran una mixtura apócrifa. Sin opciones.
Muerte o muerte. Matacía. Demencia. Sacrilegio. Malicia.

Pero ese dolor puede hacer estallar la justicia divina.
Ríanse de Sodoma y de la decadencia de Roma.
Esto se acaba, no puede durar mucho
como sigamos así, por este camino que va al abismo.

El mundo, tal y como lo conocemos, se marchita,
se agusana, se pudre
en irracional desenfreno y bestialidad
(cuesta imaginar el renacimiento del hombre).

Huérfano de Dios
la desnutrición espiritual conlleva
una evidente sinrazón y postrimería,
una herida purulenta, una deshumanización
de la que el aborto es el exponente más suicida


GUILLERMO URBIZU



5 comentarios:

Papathoma dijo...

Santa María, esperanza nuestra, muestra que eres Madre. Solo tú puedes alcanzar de Dios, que derrame de nuevo su Misericordia sobre este mundo agonizante.

Antuán dijo...

Si! Todo lo que se diga es poco. Yo también estuve allí ayer. Somos muchos, esperemos que se oiga nuestra voz. Esto no puede quedarse así. Volveremos a salir a la calle. El pueblo tiene la palabra. Adiosle

Fernando Q. dijo...

que Dios se apiade de nosotros por permitir este holocausto.

y ya no caben medias tintas: el mal menor es ya el Mal mayor. Y si tiene que venir Podemos, que venga. Pero mi voto no irá nunca a quien permite esta tragedia.

El otro dia un destacado miembro del PP dijo "soy antiabrotista, pero no quiero ahora ganar el Cielo, lo que quiero ganar son las elecciones. Así que había que retirar el proyecto de Gallardón o perderiamos votos"

conmigo que NO cuenten

Anónimo dijo...

Ay

Merche dijo...

A ver si para cuando quiera ese ganar el Cielo, no es demasiado tarde.
Yo también estuve y comprobé que éramos muchísimos más que otras veces. Le pido a Dios (Adiosle, como dice Antuán)que no nos cansemos de salir a la calle, de rezar, de hablar con la gente, de hacer todo lo que se nos ocurra para parar esta matanza de inocentes. Que la Virgen bendita, Madre de todos, nos ayude.